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Channel: LOS COQUILLAS DE CIFUENTES
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EL SUEÑO DEL ABUELO

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Abuelo, llévame mañana a los toros. Nunca me llevas. Veremos a ver si hay entradas. La corrida de mañana es la del Domingo de Resurrección en la Maestranza y se suele poner el cartel de " no hay boletos ". Y yo voy a los toros mucho pero sin pagar reventa. Para el abuelo fue una auténtica satisfacción que su nieto le pidiera que lo llevara a los toros. Además, si lo conseguía aficionar, ya tendría compañía asegurada en muchos años, ya que con sus hijos no había conseguido inculcarles ni un ápice de afición a los toros, a pesar de sus innumerables intentos.
Antes de las diez de la mañana, ya iban abuelo y nieto camino de la calle Adriano, a las taquillas de la Maestranza. A lo largo del Paseo de Colón fueron numerosos los reventas que les ofrecieron : " para esta tarde, sombra, tendidos bajos, que no hay en taquilla ". Al pasar por la Puerta del Príncipe, se detuvieron : -¡ Cuántas ilusiones ha suscitado esta puerta ! - dijo el abuelo. Salir por ella, en volandas, es el sueño permanente de todos los toreros.
- Abuelo, ¿ por qué se llama la Puerta del Príncipe ?
- No lo sé exactamente. Luego lo miramos en casa en los libros que hay en la biblioteca. Lo que sí te puedo decir es que los que han salido por esa puerta me han deparado las mayores emociones de mi vida. He visto salir en hombros a tantos : a Antonio Ordóñez, a Manolo Vázquez, a Curro Romero, a tantos y tantos - añadió con infinita nostalgia el abuelo.
En la Maestranza para salir por la Puerta del Prncipe hay que cortar, por lo menos tres orejas en la misma corrida. En el resto de las plazas, la costumbre es salir por la puerta grande con dos orejas. En Sevilla también existe la llamada puerta principal, por la que pueden salir a hombros habiendo cortado dos orejas.
Ya estaban frente a la taquilla. Todavía no habían abierto. En la cola más de cincuenta personas. - Parece ser que hay baile de corrales - dijo uno de los de la cola -. Ayer, en el previo los veterinarios echaron tres para atrás, y están trayendo más toros del campo.
Abuelo, ¿ y por qué los echan para atrás ?
- Dos por falta de trapío, y otro parece que tenía un pajazo en un ojo - contesto el señor de la cola.
- Y qué es un pajazo - preguntó el niño.
- Es una mancha a modo de cicatriz, en la córnea transparente del ojo de los toros producida al rozar con las cañas de los pastos de la dehesa - respondió el abuelo.
- Niño, ¿ sabes lo que es el trapío ? - preguntó el señor de la cola metiéndose en la conversación.
- Pues que el toro es grande - respondió.
- No es exactamente eso - puntualizó el abuelo -. El trapío es más bien, cómo te diría yo para que me entiendas, pues mira.... como la buena planta. Un hombre puede tener buena planta y no ser grande. Armonía, proporción en todos sus miembros. Eso es un toro con trapío.
Les llegó el turno en la taquilla, el abuelo pidió dos gradas del 3 o del 5.
- No señor . respondió el taquillero. La sombra está casi toda abonada. Tengo dos tendidos de sol y sombra.
- Buenas son. Total, ahora en abril, un par de toros al sol se aguantan bien.
Abuelo y nieto salieron andando hacia la Puerta del Arenal.
- Vamos a llevarle a la abuela churros calentitos para desayunar.
Encaminaron sus pasos hacia la churrería de Juana y se llevaron una rosca.
- Hay que ver que caros son los toros en Sevilla. En Madrid son mucho más baratos.
Cuando llegaron a casa, antes incluso de desayunar, fueron a la biblioteca a consultar el tema de la Puerta del Príncipe. El abuelo tenía un libro sobre la Maestranza. De la consulta dedujeron que la Puerta del Príncipe se integraba en el conjunto arquitectónico con el Palco del Príncipe, y servía de acceso a éste. Se construyó para el primer hermano mayor que tuvo la Maestranza, el infante Don Felipe de Borbón, hijo de Felipe V.
Los churros ya se habían enfriado y la abuela hubo de calentar hasta tres veces la leche para el   "colacao " del nieto y el café de su marido.
Cuando llegaron a los corrales de la plaza, todavía no había terminado el reconocimiento.
- Abuelo, ¿ no me dijiste que el apartado empezaba a las doce. Son las doce y media y todavía no ha empezado.
Estan terminado de dar el visto bueno a los sobreros.
- ¿ Los sobreros para qué sirven ? - preguntó el niño.
- Los sobreros están destinados a sustituir a algún toro que pueda inutilizarse en la lidia.
- Y los toros que devuelven a los corrales, ¿ puede curarlos y utilizarlos otro día ?
- No, en absoluto, una vez han salido al ruedo y devueltos, es obligatorio apuntillarlos.
Ven - dijo el abuelo -, vamos a acercarnos a ese grupo de banderilleros, que están haciendo los lotes.
- Yo creo que el 57, es el más terciado, debe ir con el 14, que es el más descarado de la corrida.
- De acuerdo, - terció el apoderado.
El mayoral de la ganadería se quitó el sombrero y se lo ofreció al presidente para realizar el sorteo.
Una vez sacaron del sombrero las papeletas con el lote de cada matador iniciaron la operación del apartado y enchiqueramiento de los toros.
Una vez enchiquerados, el público se marchó a comer y las cuadrillas a informar a sus matadores.
Con antelación después de comer con la abuela, emprendieron el camino a la plaza. La liturgia de los toros debe de empezar en la forma de ir a la plaza.
A medida que iban acercándose a la Maestranza, la riada humana iba haciéndose más densa y el bullicio mayor.
Al llegar a la plaza sintieron el fogonazo de luz que despedía la fachada de la Maestranza. Entraron en el recinto y, antes de subir recogieron sendos programas de mano y adquirieron almohadillas.
A la hora en punto, el presidente sacó el pañuelo blanco, ordenando el comienzo del paseíllo. Se abrió el portón y aparecieron a caballo dos jinetes ataviados con ropas negras y un sombrero con plumas.
- Abuelo, ésos son los alguacilíllos, ¿ no ?, ¿ de qué van vestidos ?
- Van vestidos a la usanza del tiempo de Felipe IV. Como ves llevan una capa corta, cinturón ancho de cuero con hebilla para sostener el calzón y botas elásticas. El sombrero es de tipo chambergo, con alas recogidas y con plumas de colores como adorno.
- Y para que sirven.
Tienen un papel simbólico y otro real. El simbólico es el de hacer el despeje de plaza, pues antes existía la costumbre de que el público se paseara por el ruedo antes de comenzar el festejo. Son los encargados de, también de recoger de la presidencia la llave de los toriles. Su función real, hoy, es servir de transmisor de las órdenes del presidente y del delegado gobernativo en el callejón, así como de entregar los trofeos a los matadores que los consiguen.
Se abrió el portón y apareció uno de los desfiles más vistosos y brillantes que pueda uno imaginarse. Los tres espadas franquearon la puerta y se pararon a unos dos metros de la misma.
La banda de música del Maestro Tejera, comenzó a tocar el pasodoble Maestranza Sevillana. Se inicia el paseo. Hay algo de superstición y mucho de rito religioso en ese momento. De superstición, en cuanto que es normal tocar madera y fijarse con qué pie se inicia el paseo. De rito religioso, en esa mirada atrás de los maestros hacia las cuadrillas, " que Dios reparta suerte ".
Detrás de cada uno de los tres matadores - en linea se situaron, por orden de antigüedad, sus tres banderilleros y después los picadores a caballo.
Cerrando el cortejo, los monosabios, los areneros y las mulillas. Según fueron llegando debajo de la presidencia, el presidente les hizo un saludo con inclinación de cabeza, los toreros cambiaron la seda por el percal.
- Abuelo, ¿ qué hacen esos toreros toreando al aire ?
- Están toreando al miedo. No, están quitando las arrugas del capote, que ha estado plegado, tanteando el peso, y , sobre todo, estan calmando los nervios ; unos por estar impacientes por que salga el toro ; otros porque en ese momento les gustaría que no saliera nunca.
- Abuelo, ¿ volvemos el domingo ?, la sonrisa del abuelo al nieto lo decía todo.... su sueño, se había cumplido.







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LOS CABESTROS

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Los cabestros, también denominados bueyes o mansos, podrían definirse como machos castrados que, formando paradas, acompañan al ganado por dehesas y corrales, conduciéndolos en los encierros, apartados y enchiqueramientos, arropándolos, rodeando las reses y obligándolas a seguirlos, evitando de esta forma que algún animal salga de la manada y se desmande.
Antiguamente los propios toros que resultaban mansos en la tienta eran castrados y convertidos en bueyes. Esto, como pueden imaginarse, tenía un grave inconveniente, y era que, de alguna forma, desprestigiaba a la ganadería en cuestión, y tanto más si el número de ellos era considerable y, sobre todo, si los bueyes resultaban buenos, ya que se catalogaba a la misma como " buena productora de cabestros ". Por otro lado se daba la frecuente y desagradable circunstancia de que estos animales solían arrancarse y embestir ante el más mínimo acoso a todo lo que se moviera, llegando a producir heridos e incluso muertos.
Los cabestros han supuesto uno de los principales objetivos del oído del toro bravo, y no es este, precisamente, su sentido principal, ya que le es de escaso uso. Prácticamente sólo lo utiliza para distinguir aquellos ruidos que le interesa conocer, como pueden ser los cencerros de los cabestros en la oscuridad.
El cabestro es utilizado en las ganaderías para aprovechar la característica del toro bravo de vivir en manada, que también les sirve para su cría y explotación. El manso es imitado y seguido por el de lidia hasta el punto de convertirse en su auténtico conductor, lo que le pone de manifiesto la timidez de este, su instinto social de manada y, por supuesto, la aceptación de su defensa  en cuando se separa de ella, ataca y se violenta con todo lo que le entorpece o impide su querencia. Ese seguir los movimientos de los cabestros permite al mayoral y al resto del personal de la ganadería realizar todas las maniobras dentro de la dehesa sin cuyo concurso serían, si no imposibles, sí muy difíciles de ejecutar.
La doma se produce a los catorce o quince meses de edad, una vez que han sido castrados, si bien hay cabestreros que consideran la edad ideal entre los dos y tres años.
Estos animales no tienen por qué proceder de la raza de lidia, es más habitualmente tienen su ascendencia en razas de retintas de Andalucía y Extremadura, la morucha salmantina, y por supuesto en los berrendos que tan frecuentemente comtemplamos en las dehesas de bravo y en las plazas de toros.
El tipico ejemplar de cabestro de la raza morucha es de cabeza huesada, con cuernos largos y retorcidos, dirigidos hacia arriba y hacia atrás ( cornivueltos ), duros de patas y rústicos, grandes, vastos y feos de hechuras. Tienen los ojos saltones y de gran vivacidad, como corresponde a su temperamento marcadamente nervioso.
Los berrendos en negro, jaboneros, castaños y colorados, no son moruños puros, pues proceden de antiguos cruces; son resistentes y duros de pata, ofrecen gran rendimiento en el manejo de bravo, a la vez que vistosidad.
La denominación de berrendo se hace aludiendo al color que se alterna con el blanco de la pinta, suelen ser berrendo en negro, berrendo en colorado o berrendo en castaño.
Cuando la procedencia del cabestro es del ganado de lidia, esa pequeña dosis de bravura que les queda tras la castración puede ser interesante, hasta el punto en que llegan a erigirse como guías de la parada y pueden manejar los animales más difíciles de la manada. Pero lo habitual es escoger animales de capas berrendas, en negro o en colorado para distinguirlos bien en el campo, y, por lo general, todos del mismo color.
La castración produce unos efectos secundarios muy significativos. En primer lugar la tendencia al engorde y al volúmen, con un significativo cambio de temperamento, volviéndose los animales apacibles, dóciles y tranquilos. La piel se torna más gruesa y los cuernos experimentan un aparatoso desarrollo.
Se utilizan dos técnicas para la castración. La castración a testículo abierto corte en corona o longitudinal, y a testículo cerrado, utilizando las pinzas Burdizzo o el lastrador.
El primer método es, hoy en día, el más utilizado.
C. Sanz Egaña decía el profesor veterinario en su libro, el toro imita al cabestro. Este instinto de obediencia que tan determinante e imprescindible fue tiempos atrás, cuando los traslados de reses e incluso ganaderías enteras habían de hacerse " al paso ", por cañas reales y cercados, aprovechando generalmente la templez de la noche, continúa siendo necesario hoy en día.
Que bonito es ver trabajar a una parada de cabestros bien adriestados cuando el cabestrero les demanda, con la única orden de una voz o un simple silbido, como nos deleita Florito tantas tardes mayoral de la Plaza de Toros de Las Ventas.
Qué duda cabe de que se precisa mucho tiempo y dedicación para adiestrar bien a una parada de cabestros, pero los mayorales saben que vale la pena esa inversión de tiempo por los resultados que va a obtener.
No todos los cabestreros poseen las mismas características. Estas diferencias son decisivas a la hora de clasificarlos para que ocupen la posición adecuada dentro de la parada.
Los más nerviosos y ligeros serán los encargados de abrir el camino acompañando al caballo del mayoral. Estos serán domados en este menester durante varios días, teniendo la precaución de que no sean maltratados ni hostigados bajo ningún concepto, aunque al principio realicen mal las operaciones encomendadas, pues, para su correcto adiestramiento, los cabestros deben ser acariciados.mimados y llamados por su nombre, de tal forma que se sientan seguros y disfruten con la compañía del caballo y el jinete.
A los bueyes de estribo se les enseña a acudir a las puertas de los cercados y los encerraderos, así, un par de veces por semana, los cabestros los sitúan en la plaza para que aprendan a obedecer las voces que deben relacionar con las puertas.
Es importante la correcta colocacíon de los cencerros. No todos los cabestros llevan el mismo tipo. Los de estribo, por ejemplo, más que un cencerro, lo que llevan es una campanilla colocada en un ancho collar de cuero. Los de caballo y tropa portarán cencerros pequeños y los de zaga son a los que se les colocan los más grandes y de sonidos más broncos, siendo los animales de más peso, más lentos, y destinados a recoger los toros que pretenden volverse. Al conjunto de cencerros se les denomina en algunas zonas el alambre. El mayoral aprovecha el momento en que se coloca el cencerro para bautizar al buey que aún no tiene nombre concreto, y lo hace utilizando palabras llanas, de fácil pronunciación, generalmente cuatro sílabas.
Los cabestros sufren en su vida infinidad de accidentes de trabajo ; a muchos de ellos se les sale el fémur al entrar al galope en los corrales, victimas de los empujones tremendos, o de los toros que los lanzan contra las esquinas de las puertas, cuando no los cornean. A otros hay que matarlos porque se resabian, no obedecen, no guardan la disciplina. Por lo general, al cumplir los quince años se llevan al matadero y se sustituyen por aquellos más jóvenes, que irán aprendiendo junto a los viejos sus quehaceres, siempre procurando su repetido pelaje en berrendos, mucho blanco, para que desde lejos el ganadero, vaquero, cabestrero, sepan, de un golpe de vista, donde están.
Sólo para algunos cabestros buenísimos, superiores, a los que se les reserva un final de lujo ; pasar al servicio de los corrales de las grandes plazas. Cerrajero, un cabestro de Santa Coloma fue vendido a los veinte años para la plaza de Valencia. Se sabía quedar atrás como nadie.




LA CASA DE " LOS GALLOS "

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En un ABC, de noviembre de 1916, me encontré un reportaje que realizaban a la casa de " Los
Gallos " :
Sentía una viva curiosidad por conocer al torero más allá de la plaza de toros, en su casa, en su ambiente, entre sus amigos ; algo más intimo, menos teatral que las tardes de corrida, en las que todo es falso, desde el traje de relumbrón hasta la alegre sonrisa, desde la gallardía de una figura estudiada compuesta hasta el valor no menos estudiado y afectado.
Quise además conocer al torero en las faenas de campo, en el acoso y derribo de las reses, complemento de la vida del lidiador. Y vine a Sevilla, aprovechando una ocasión en la que todo esto se me ofrecía.
He visitado la casa de " Los Gallos ", Joselito nos servía de cicerone.
- Éste es el despacho de Rafael y éste es el mío.
Son las dos primeras estancias con que tropieza el visitante, después de trasponer la escalinata y antes de llegar al patio.
Joselito tiene en su despacho una enorme caja de caudales ; Rafael, no . Rafael tiene una caja de reloj sin reloj. Además de los retratos familiares, comunes, en ambas estancias, hay en la de Rafael un cuadro de Roberto Domingo, en el que se copia una tarde de desastre taurino. Es una plaza de toros. El público, en actitud airada, trata de arrojarse del tendido al ruedo, y en éste, el Gallo pincha desesperadamente en el cuello de un toro que sangra por todas partes ; al fondo se ven los cabestros, que salen para llevarse al toro al corral. Es un cuadro graciosísimo, que revela el humor de Rafael que lo exhibe en su despacho.
Entre los objetos taurinos que decoran la estancia hay una hermosa cabeza de toro con las dos orejas cortadas. Fue del primero que mató en Valencia después de la grave cogida de Algeciras ; un buen ejemplar de Pablo Romero
El despacho de Joselito es moderno, es el despacho de un torero, predomina la nota taurina, tiene toda la afición que su dueño. Encima del sillón hay un documento del año 1881 en el que se reconoce previlegio de alternativa a las plazas de Maestranza de Ronda y Sevilla. Firman el acuerdo Antonio Carmona, Manuel Domínguez, Lagartijo y el Tato. En la pared hay tres cabezas de toros la del centro tiene una oreja cortada, la primera que se cortó en La Maestranza, es del toro Cantinero, de Santa Coloma. Las dos extremas son de los toros de Miura que mató Joselito el 29 de septiembre de 1915, la tarde anterior de los seis toros de Santa Coloma.
- Ésos son los dos toros que he matado más a mi gusto - dijo Joselito - ; como usted ve, eran dos buenos mozos, y además tenían mucho que matar, particularmente el colorado. Fueron los que me prepararon el triunfo de la oreja ; por eso tienen esa colocación.
Y siguió José refiriéndonos la historia que tenían el resto de todas aquellas cabezas disecadas.
Llegamos a un caso curioso.
- En este toro estuve fatal.
- ¡ Cómo !
- Como usted lo oye, fatal ; corté la cabeza por curiosidad.
Era del Duque de Tovar. Viendo un día la ganadería con el duque le llamé la atención sobre un toro que sobresalía de todos por su enorme tamaño. " Duque, al que le toque ese mozo, ya va servido. ¿ Para dónde lo destina usted ? " Para ninguna parte - dijo Tovar _, porque desiguala mucho ".
Y en una de las ferias que toreó José estaba el toro en cuestión, lo dejan de sobrero y al inutilizarse uno del lote de José, sale el toro grande, era enorme con un poder como José había visto pocos y con siete gatos en la barriga. Como le he dicho estuve fatal, y me la gané. Conservo la cabeza por la serie de circunstancias que concurrieron desde que le vi en la finca hasta que le arrastraron.
La capilla donde reza la madre las tardes de corrida. En ella se venera la imagen de la virgen de la Macarena.. El manto que luce se lo regaló Joselito por aquella cogida de San Sebastián en la que gracias a una medalla de la Virgen, que llevaba colgada en el pecho, le libro de una cornada.
Cuando salimos al patio contiguo a los despachos paraba en la puerta de la casa un coche de corte andaluz, tirado por cuatro mulas con cascabeles.
- Ahí está Rafael - dice José al oir los cascabeles.
Aún tarde un rato Rafael en entrar en la casa. Le han detenido una gitana que le pide dinero, otra le entrega una carta al pasar.
Los necesitados que vigilan la casa se agolpan alrededor del torero.
Pino Montano, la finca de Rafael, es el juguete de un torero. Es un trozo de tierra sevillana, que sirvió de pretexto para hacer una miniatura de la plaza de toros de Sevilla.
Este recuerdo de la Maestranza es el orgullo de Rafael El Gallo.
El ruedo es semejante. Hasta la arena rojiza, esa arena que parece un amasijo de sangre y oro, que deslumbra como la gloria y ciega como la pasión ; esa arena la vemos también en la placita de Pino Montano, y es el detalle que el torero hace observar al visitante.
- ¿ Verdad usted que es igual que el ruedo de la Maestranza ?
- Igual, Rafael.
Y con esa contestación ya os habeís ganado su voluntad.
Esta plaza la ha hecho Rafael por romanticismo ; apenas si torea en ella, pues, aunque se lidia más en Pino Montano que en la mitad de las plazas de España, quien torea es Joselito.
Rafael en Pino Montano se nos antoja un maestro de ceremonias ; pero un maestro de ceremonias que imprime a su misión todo el gracejo y la picardía que le salvan de la ira del público en las tardes difíciles.
Desde que adquirió Rafael la finca, no salieron de ella los albañiles, y aún no ha podido construir una acondicionada estancia para pasar la noche. Todavía no se ha podido saber si lo que quiere el propietario es edificar o buscar un pretexto para dar unos jornales.
Adosada a la plaza está la noria, con su gran alberca coronada por varias macetas de claveles, que son estas flores uno de los mayores cuidados del torero. Después el establo de vacas de leche, y aquí sale otra vez la característica de abandono y liberalidad de Rafael.
El negocio de la leche lo tiene planeado para ganar cinco duros diarios, y, a pesar de tener buenos ejemplares de ganado y una buena producción, los cinco duros de ganancia no aparecen por ningún lado. Un día es una pobre mujer que ha dado a luz y no puede criar al niño ; otro un compadre enfermo ; y repartida la leche entre los clientes necesitados, ésta es la hora que Rafael no ha podido vender ni un cuartillo.
Por esto le gente adora a Rafael. Por esto se explica que se preparara un banquete para celebrar la estupenda campaña taurina de Joselito y en realidad el homenaje fuera para Rafael. Si yo no lo hubiera presenciado, no lo creería ; pero lo visto no admite dudas. Los brindis más aplaudidos fueron aquellos en que más hablaba Rafael, y cuando se tocaba el tema del toreo del calvo, con verdadera ansiedad y expectación se imponía silencio, diciendo : " Callarse, que va a hablar Rafael ". Lo mismo ocurrió con la sesión del cinematógrafo. La parte de película que reproducía las faenas de Rafael fueron las más jaleadas, y cuidado que una de las faenas de Joselito fue a base de seis pases naturales seguidos, de los que uno valía por todos lo de Rafael. Pero la vida de este torero está hecha para comprobarlo asomarse a la verja de su casa, verle caminar por las calles de Sevilla, seguido de elogios, cortado el paso por el afecto y el cariño. Aquí el partido de Rafael es un partido de fanáticos ; pero fanáticos intransigentes, que no sólo no admiten discusión acerca del ídolo, que ni siquiera reconocen ni dan cuartel a los partidarios que Rafael se granjeara en el curso de los años taurinos.
Rafael es el hombre de los propósitos, de los negocios soñados sin realidad, y uno de estos sueños es Pino Montano. Como planeó el negocio de la leche, con la misma ingenuidad que lo planeara la lechera de la fábula, también me habló del negocio de la naranja.
_ Aquí está mi porvenir - decía, y lo decía en serio - No hace falta saber de números. Tengo unos 700 pies de naranjos ; puedo plantar hasta 2000 ; cada pie, por poco, deja una media ; cada media vale dos duros ; luego son 4000 duros.
¿ No es eso ?
Exacto.
- Ponga usted otro 4000 de maíz y otro 2000 de leche.
Todavía hace cuentas con la leche.
Esta tarde, mientras Rafael hace los honores y deja correr su fantasía de negociante, su hermano José y su cuñado Martín Vázquez han matado en la plaza de Pino Montano dos toros de Benjumea.





EL TORO

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El toro en la dehesa, en su habitat, es distinto, es otro, nada tiene que ver con el que contemplamos en la plaza, El toro en su cercado está quieto, desafiante, con la cabeza levantada, astifinos los pitones, los ojos brillantes.
El toro en el campo observa al que pasa por su lado, vuelve la cara despacio y mira. Observa un rato ; luego baja la cabeza y sabe de sobra que el vaquero que les cuida forma parte de su universo diario que él conoce muy bien. Porque el toro bravo, en el campo sabe cuándo se apaga el calor de la dehesa, conoce la hora que surgen los grillos y la que los vaqueros repasan las cancelas. Y es que los toros de lidia tienen memoria, con su vida metódica y rigurosa, ocurre a la hora de los piensos que cuando no se les lleva ellos acuden a los comederos puntualmente y esperan hasta que llega.
El toro tiene escogidos sus sitios para echarse, para reunirse, para resguardarse del viento y del frío, y para tomar el sol. En la manada es pacífico, tranquilo y tímido, en una palabra el toro en el campo es un verdadero espectáculo.
Es un animal bravo y noble. Es fiero y parece manso. Es de una enorme fortaleza y apenas hace uso de la fuerza. Su vida es selección y cuidado. Muere joven, como los elegidos de los dioses, y hasta el último momento lucha en la plaza.
Lo bueno con el toro es pasar entre ellos sin molestarlos. La nobleza, la tranquilidad adquirida por el trato continuo, es esencial y muy importante a la hora de trasladarlos y encerrarlos.
El toro en la dehesa no tiene miedo al hombre, no se asusta, obedece con tranquilidad y si se le manda despacio acepta de buen grado lo que se le manda.
La mirada del toro es larga, fija, intensa. Pero el toro no ve demasiado bien, bizquea un poco, es miope, la posición lateral de los ojos, le permiten ver mejor de costado, pero a los pocos metros se difumina. Pero hasta en eso la mirada del toro es distinta en el campo y la encolerizada, que clava en el torero en la plaza.
El toro es de vida sedentaria, es un animal perezoso, que corre poco, come, bebe y se acuesta.
Lo normal al pasar de utrero a toro es hacerles correr cada dos días obligándoles a galopar, al principio se fatigan, y a medida que va aumentando el número de paseos los toros van desarrollando su tórax y mejorando su rendimiento físico.
Hay que empezar poco a poco, de una forma progresiva. El primer día al paso, después al trote, al galope, luego siempre con cierta cadencia, porque tampoco te puedes echar encima del toro durante la carrera.
Los toros de agosto a noviembre se tienen juntos, a la camada en diciembre se hacen los lotes, por cara, hechura, reata, se apartan de siete en siete.
Hoy en día las plazas de tienta en las ganaderías se han agrandado con el fín de tentar las becerras y los machos a más distancia del caballo de picar.
Es una forma de seleccionar con la distancia una de las más bellas cualidades de la bravura ; arrancarse de largo, observar el galope de la arrancada, la prontitud de la misma y la codicia con que la realiza.
Sin embargo hay ganaderos que, por tradición, conservan su plaza de tientas de forma antigua, como la ganadería de Miura, que mantiene el formato cuadrado y la conserva, pese a que hizo una nueva plaza en la finca actual Zahariche, de igual forma y dimensiones. Es un homenaje a sus antecesores, que merecen ese recuerdo.
Las cogidas de los toros están en el toreo. Siempre han estado con su tremenda presencia de posibilidad, con la violencia de sus apariciones reales y verdaderas. No respetan la sabiduría del torero, y dejan huella. Muestran preferencias por los toreros que más puramente pretenden hacer de la eficacia un arte. Acabaron con la vida de " Curro Puya ", " Granero ", " Manolete " y hubo toros que ni tan siquiera dieron tiempo a morirse a " Joselito " y " Yiyo " .
Muchas victimas en la Fiesta y es natural que surja el misterio y que se esfuercen en descubrirlo.
En ese afán nacieron las dos teorías contrapuestas y complementarias. Una, atribuyendo la cogida a las equivocaciones del torero. La otra defendida por Juan Belmonte, asegurando que los toros se equivocan también. Está claro, pues, que la problemática de las cogidas viene a ser real y verdaderamente la tragedia de las equivocaciones.
La verdad es que la cogida llega siempre por un desequilibrio, por una desproporción entre el toro y el torero.
La segunda parte del último tercio de la lidia tiene una gran importancia en una corrida, la estocada, la hora suprema de la verdad.
El hombre de luces está colocado frente a frente de la fiera de la que puede sobrevenirle la muerte. Su seguridad, su saber y su destreza pueden salvarlo. Un ligero, extraño de la fiera o una leve irreflexión del torero pueden provocar la tragedia tantas veces llorada en los ruedos.
El premio que actualmente se le concede " al toro de bandera " es la vuelta al ruedo, por petición del público.
El tema suele ser objeto de polémica, toda vez que en raras ocasiones la unanimidad de criterios favorables no se producen en el momento de decidir si las condiciones durante los tres tercios de la lidia.
¿ Cuándo se arranca un toro bravo en el campo ?
No se sabe a ciencia cierta, pero siempre se produce por algo que le inquieta.
Siempre hay que desconfiar, del toro solitario. Habrá que andar entre él a caballo, sin movimientos bruscos, de los cuales recelan. Lo saben muy bien los vaqueros que van a repasarlos ; si están echados, hay momentos en que hay que espantarlos para que se levanten. Su actitud no es, entonces, igual ; hay veces que se levantan y huyen a medio trote ; otras se van levantando al paso, y otras te miran o te desafían plantados. Se trata de una llamada de atención. Un toro que no huye como los demás es un toro que prepara su ocasión para arrancarse.
¿ Y por qué ese empeño del vaquero en levantarlo y no dejarlo en paz ? Cumple con su obligación, puesto que el toro puede estar cojo por algún encuentro con otro, o herido, si fuera así es deber del vaquero de vigilarlo para poder llegar a tiempo en la cura.
Menos mal que el toro anuncia el más leve, insignificante movimiento, y antes de arrancarse, avisa, mueve la cara, mira amenazante, lo da a entender.
Atención, sobre todo , a las orejas del toro.
" Hijo mio, fijate en las orejas mejor que en los cuernos ", recomendaba un torero viejo a su sobrino, en trance de ser torero, le decía :
- Si el toro mueve la oreja del lado izquierdo, deberá el matador escapar por la derecha. Y si mueve la derecha por el lado izquierdo.
Conocer al toro en el campo es esencial y esto no se aprende en un día sino en años.
En el campo existe la ley, irrevocable de la costumbre y del conocimiento en el trato continuo con los toros, lo que sólo se aprende al vivir a su lado. Por lo general el toro de eral se arranca poco ; de utrero, suele arrancarse bastante los primeros días después de separados en lotes.
El caballo de los vaqueros presiente ante un toro solitario y mueve también sus orejas con un ligero temblor, como una señal de alarma.
Un día recuerdo, vino a ver unos toros un torero que quería torear un festival, venía con un coche nuevo y quería verlos a toda costa desde él. Yo le acompañaba a caballo. Se bajo del coche y le advertí su imprudencia. Le avisé nuevamente. Y me dijo que estaba acostumbrado. No acababa de decirlo, cuando se arrancó uno y gracias a que tenía la puerta del coche abierta y el motor en marcha, pudo entrar por pelos y arrancar pero el novillo le seguía y levantó el coche en vilo, como si fuera un muñeco, la maleta la dejó como una acordeón.
Felizmente gracias a las voces de los vaqueros y la mía, hizo que el novillo se viniera hacia nuestros caballos y lo juntamos a favor de querencia con el resto. Todo pasó en minutos. Después aquello sirvió de lección para todos y pienso que para mucho tiempo.
                                                            Los andares de mi jaca
                                                            no los pinta un pintor fino.
                                                            Los andares de mi jaca.
                                                            Pero yo los examino
                                                            cuando el agua los retrata
                                                            en los charcos del camino.





RECORDANDO A PEDRO ROMERO

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En cierta ocasión, Rafael " el Gallo ", con su aire jocoso, se preguntaba : "¿ Que debe hacer la gente los domingos por la tarde, en Inglaterra, si allí no hay corridas de toros ? "
En su visión del mundo del toro. " El Divino Calvo " no podía concebir la vida sin toros. Algo parecido le sucede a la mayoría de los aficionados a los toros, ese núcleo entendido que si bien es cada vez más minoritario en la plaza, resulta imprescindible para la Fiesta.
El verdadero aficionado no es un mero espectador del espectáculo de los toros, se siente integrado en él. Ama al toro, el protagonista de la Fiesta, se preocupa por su integridad, esta muy atento a la evolución de la casta en las ganaderías, vela en las corridas, por la pureza de las suertes y asiste cada temporada al mayor número de corridas que le permite su bolsillo.
Entiende la corrida no como un espectáculo más de diversión centrado en sus dos horas de duración, sino como un ritual que empieza por la mañana cuando se levanta y termina cuando se acuesta.
Pero incluso los hay que no se conforman con eso, y han querido comprobar cual es la sensación que se experimenta en los medios de una plaza de tientas cuando, muleta en mano se cita a una becerra.
Pero después de haber participado en este ancestral juego y de percibir su especial sensación cada vez que pasa la becerra, y si encima tiene la suerte de embeberla en la muleta, el delirio es de tal envergadura que no lo olvidará mientras viva.
Del mismo modo que, según Juan Belmonte se torea como se es, también el aficionado percibe el toreo según es
Al visitar la plaza de toros de Ronda a los aficionados nos parece que Pedro Romero sigue viviendo en ella, Nadie, lo ha visto torear, pero todos saben cómo lo hacía, o, si no, se lo imaginan.
Y asomándose al albero de la misma aquel noble recinto, el aficionado siente la irrefrenable atracción de dirigirse a los medios. Al pisar la arena con la sobrecogedora quietud, todo parece consumado.
Dicen que una noche, en Ronda, se le apareció en sueños, a Pedro Romero, un torerillo de Triana lanceando a la verónica. Cinco lances, llevando prendido al toro en el engaño mediante un don desconocido en los brazos, y con un asombroso poder persuasivo en las muñecas lo recogía una y otra vez sin enmendarse.
Después de este extraño sueño, parecía reflejarse en el rostro del ilustre anciano una íntima satisfacción, como si toda la profunda filosofía de su toreo un simple torerillo la hubiera podido condensar, de forma mágica, en cinco prodigiosas verónicas.
Pedro Romero, como primer gran profeta de la Tauromaquia, comprendió que este maravilloso sueño - acontecido pocos días antes de que el tabardillo le infringiera su mortal cabezada - debía interpretarlo como una feliz anunciación.
Así, pues, el torerillo de Triana, Juan Belmonte, con su esperada venida, hizo realidad el sueño - el deseo " realizado sólo en sueños " - de Pedro Romero.
Cierta noche, después de repasar mentalmente una y otra vez las cinco verónicas soñadas, se quedó profundamente dormido. Y, en un entrañable sueño, decide en corto y en derecho, plantarse ante el torerillo.
- Si no tienes fuerza en el cuerpo y no sabes torear, ¿ cómo te lo hiciste para aguantarle a aquel toro cinco verónicas sin enmendarte ?
- Y una media, maestro ; no la olvide.......
El maestro, recobrando su intuición natural, le pregunta de nuevo entrando ya a por uvas :
- ¿ No será tu fuerza exclusivamente mental.... o algo así ?
- Esa es la que usted posee además de la física, maestro, a la mía prefiero llamarla espiritual....
- ¿ Espiritual.... ? Nunca había oído decir esto, Juan... Dime si eso es cierto....
- Si no fuera así, maestro, yo no podría ponerme delante de un toro ; las fuerzas que empleo brotan de ahí dentro, de mi espíritu.
Pedro Romero, dándose perfecta cuenta de que estaba descifrando su enigma, y más seguro ya del terreno que estaba pisando, insiste :
- Pero con esta figura que tienes, ¿ cómo puedes hacer llegar tu labor en el ruedo tan hondamente al tendido ?
- Bien sabe, maestro, que he heredado de usted aquel don desconocido que ahora le llaman temple, la esencia del toreo ; pero no sé si sabe que, aún así no basta.
No te acabo de entender, Juan. ¿ Acaso no dicen ahora que ese don es la clave, la llave maestra del buen toreo ? Si además se tiene tu arte y tu valor.
- En eso lleva usted razón, maestro. Pero el buen toreo...
- Explícate de una vez, Juan.
- No quisiera que pensara que le estoy censurando por algo, maestro....
-Sin tapujos, Juan.
- De acuerdo maestro. Mire usted, según pienso, el buen toreo hay que sentirlo en el ruedo para hacerlo sentir en el tendido.
- Quieres decir, hijo, algo así como....
- Adelante maestro, no..... no se corte.... dígalo usted mismo.....
- De acuerdo, Juan ¿ será algo así como que no se puede emocionar a los demás, sin estar emocionado ?
- Eso es lo que yo creo. La emoción en el tendido sólo puede surgir de su toreo, el basado en la quietud.... pero brindao con sentimiento : ahí está el verdadero arte y si me lo permite.....
- Termina, Juan.... por favor te lo ruego.
- Usted, maestro, concibió el toreo desde la quietud... pero aquella forma de " decir " el arte, única, intransferible, que se trasmite y escucha sólo desde un sentimiento, nació conmigo.
El maestro permaneció callado por unos instantes, mirando fijamente - escrutando - al torerillo. Luego rompe la pausa, susurrando casi de forma imperceptible : " Ahora empiezo a comprender la emoción que sentí cuando soñé las cinco verónicas " ..... El torerillo, sensibilizado, intentando disimular la elevada carga de emotividad del momento, asienta para sus adentros. " No me extraña, fueron tan apretás y sentías....
Pedro Romero, pleno de estupor ante aquel muchacho, y con un halo de ternura en el brillo de sus ojos, como clara muestra de la que no le cabía en el pecho, apoyó su mano aún recia en el caído hombro del torerillo, diciéndole, a la vez que su alegre figura se desvanecía de sus sueños y le dejaba de nuevo en su intimidad con la quieta soledad de la noche : " Me hubiera gustado conocerte, Juan ".
El torerillo, que detrás de este jovial talante escondía una racionalidad propia de la madurez, había puesto el dedo en la llaga de Pedro Romero, en su punto más débil. Quizás estuviera ahí la explicación del porqué le había costado tanto al maestro descifrar su enigma.
Pero, por fin, roto,  con el alma conmovida, comprendió al torerillo : ese chaval, que con una fórmula magistral de dos ingredientes solamente - temple y sentimiento - que la mano del destino prescribió para él, llego a ser el torero más trascendental de la historia. Un torerillo nacido en Sevilla, pero adoptado en Triana, que fraguó su toreo bajo el manto estrellado de los cercaos de Tablada... soñando con ser Antonio Montes ; aquel torero sevillano, de toreo hondo, que llegó de México calcinado pero que dejó plantada viva una simiente, que, un día, recogió en la serranía de Ronda.








EL SUEÑO DE " SER TORERO "

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Sueño, es imaginar, una cosa que es improbable que suceda, que difiere notablemente de la realidad existente o que solo existe en la mente, pero que pese a ello se persigue o se anhela.
Cuando un chaval acude con sus mayores a presenciar sus primeros festejos taurinos, sale fascinado de los mismos : el olor de los capotes, el cielo azul de una tarde de toros, los aplausos al torero, y desde  entonces una idea se mueve en su interior " ser torero ".
Que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son, como decía Calderón de la Barca, pero lo cierto, y sobre todo en la juventud, " soñar no cuesta dinero ".
Ser figura del toreo es muy difícil, casi un milagro, la prueba la encontramos en una Escuela Taurina de cada mil alumnos, solo tres o cuatro llegaran a la meta.
Pero aparte de la gran dificultad para llegar a la cima con fama y gloria, a casi todos lo que lo consiguen se cruzó en su camino " cierto personaje " - listo y oportuno - que podríamos considerar clave en su carrera. Por citar solo dos ejemplos, " Camará " lo fue para Manolete y " El Pipo " para  El Cordobés, estos hombres clave con la indudable ayuda del torero hacen posible la figura del toreo.
El 26 de junio de 1874, nació en Sevilla quien había de ser el peón de confianza de Antonio Montes, cuya fidelidad hacia él fue mucho más allá del día de su muerte : después de acompañar a sus restos mortales desde México hasta Sevilla - en un vapor que al arribar el 18 de febrero de 1907 fondeó en la escalinata de San Telmo, supo inculcar su tauromaquia a unos chavales de Triana que nunca le vieron torear. Una labor abnegada, preñada de romanticismo, que significó, a la postre, un paso trascendental en el devenir de la historia del toreo. Su nombre, José María Calderón.
Pues bien, en el caso de Belmonte ese hombre fue Calderón. Y a tenor de los resultados, surge la duda : ¿ hubieran sido famosos esos toreros sin sus hombres clave ? Dificil cuestión.....
Lo que si se sabe es que de todos los toreríllos de Triana que cruzaron a nado el río para torear furtivamente en Tablada, sólo en Juan vio Calderón al mismísimo Montes ; y desde el primer instante en que le viera con una muleta en la mano en el Altozano toreando de salón, tuvo la premonición de que estaba ante el predestinado que el toreo reclamaba para cambiar el devenir de su historia.
Cuentan que Calderón, basándose en su buen " ojo clínico ", antes de que le viera ante una res ya tenía tal fe en él que se erigió en su mejor e incondicional panegirista. Así en cuantas tertulias había en Sevilla hablaba con tal pasión del " fenómeno " que había descubierto. En una de ellas, justo cuando unos viejos aficionados estaban comentando las excelencias del gran califa de Córdoba
" Lagartijo ", Calderón, jugándose su prestigio, los dejó a todos perplejos cuando intervino, diciendo : " Si, si, " Lagartijo " era muy güeno, pero como Dermonte....". A lo que un contertuliano, encarándose con él, le pregunto :
- Pero vamos a vé, José María, ¿ nos podrías tú desí quién es ese Dermonte ?
- Un chavea que está empezando.
- ¿ Empezando, dise ? ¿ Y tú crees que un chavea que está empezando pué se meó que " Lagartijo " ?
- Vosotros desí esto porque no lo habéis visto, pero si lo vierais.....
- Y.... ¿ tú lo has visto atoreá arguna ve ?
- Sí, sí, claro.....
- ¿ Y dónde ha sío esto ? Porque aquí naide se ha enterao....
- Pue.... allí en er Altozano, dándole cuatro muletaso a un amigo.
Obsesionado con el muchacho, Calderón insistía hasta extremos de pasarse de machacón a su padre siempre que podía. Hasta que un día, mientras apuraba unos chatillos de vino , le dijo :
- A ver si te enteras de una vez,compare : el futuro de tu hijo no está en ese negosio tuyo de quincalla o como dependiente en el comersio de tu hermano ; tu hijo ha nasío pa sé figura der toreo. Ël no está todavía muy seguro.... pero sí convensió.
-¿ Es cierto eso que dices, José María ?
- Deja ese asunto en mis manos, y verás. Sé mu bié lo que digo.
Y acertó plenamente Calderón.
Juan Belmonte el modesto torerillo de Triana, su sueño de " ser toreo ", le convirtió en el maestro más trascendental de la historia del toreo.
Curro Romero empezó a soñar con " ser torero " cuando escuchaba, por las tardes, los oles de la Maestranza de Sevilla, los días de viento. El viento traía al cortijo de Gambogaz donde trabajaba Curro de zagal, guardando vacas, ovejas, cochinos. Curro ganaba treinta reales, 7,50 pesetas, más un pan que le daban por las mañanas y dos kilos de garbanzos a la semana.
En esas tardecillas que el vientecito de la tarde traía los oles desde la plaza de toros, Curro miraba a las vacas que cuidaba en ese momento, y entusiasmado, embelesado, Curro soñaba con " ser torero ".
En Gambogaz estaba todo el día, entraba amaneciendo, llegaba medio dormido, con aquellos fríos del invierno, los sabañones y luego con los grandes colores del verano.
Curro quería ayudar a sus padres, vivían en Camas donde nació y pensaba que trabajando allí nunca podría hacerlo, su única solución..... " ser torero ".
Curro nació en 1933, llegó a Gambogaz con doce años, un recuerdo tenía muy grabado - ¡ Manolete, Manolete ! Que ha cogió un toro y ha matao a Manolete.
Todo el pueblo de Camas estaba impresionado y toda la gente como triste. Entonces Curro no sabía quiénes eran los toreros. En Camas había mucha gente que era partidaria de Juan Belmonte, más que gallistas.
Aunque Belmonte se había retirado ya, había un vecino suyo que tenía un cuadro de Belmonte en su casa, impresionante, y Curro entraba en su casa y se quedaba viéndolo allí.
- Fijate, Juan Belmonte.....
Así Curro paso sus primeros años entre partidarios de Pepe Luis Vázquez y partidarios de Belmonte.
Fue una vez a un festival con su padre, todavía estaba Curro en el colegio.
En su casa,  ya toreaba con las toallas, Sus tíos era aficionados a los toros, su padre era de Santiponce.
Su tío, hermano de su padre, Manuel, mató algunos novillos, hasta llegó a torear una becerrada en Sevilla.
Su padre era muy aficionado, y toreaba muy bien de salón, pero decía que tenía mucho miedo.
Eran pobres, pero recuerda eso como una grandeza... Porque sus padres eran excepcionales.
La primera muleta la compró con otros dos compañeros que también querían ser toreros.
Curro, le decían que mañana hay acoso y derribo en Gómez Cardeña, la finca de Belmonte.
Cuando derribaban la vaca, Belmonte les dejaba torear.
El 25 de julio de 1954 debutó Curro en la Pañoleta con novillos de Joaquín Buendía.
En octubre de 2000, Curro anunció su retirada, y comentaba :
Los oles se te van y se te vienen, hasta escucho algunos que me parece que son los mismos " oles " que yo oía cuando estaba guardando cochinos en el cortijo de Gambogaz, por las tardes, los días de corrida, los traía el viento, desde la Maestranza.
¡ Cuando yo, al oírlos, soñaba con " ser torero ".......




LA ALQUIMIA EN LA DEHESA

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                                        En primer lugar :

                                       Mis mejores deseos para estas entrañables Fiestas.

                                                                    ¡  Feliz  Navidad  !





El aficionado taurino suele pensar a diario en la bravura. Por qué esa corrida tan rematada, de tan buena ganadería, con un cartel tan rematado, no embistió e hizo cierto el aforismo de "¿ corrida de expectación, corrida de decepción ? ". Que hacen los ganaderos para mejorar en sus ganaderías la      "bravura ".
Los avances de la ciencia permiten hoy saber porque aparecen sucesos que antes eran imposibles de comprender. Pero muchas veces no podemos saber lo que es necesario hacer bien sea para prevenirlos o para hacerles más frecuentes. En el caso del toro para hacerles dotados de características deseables, o por el contrario, toros llenos de los defectos que no quisiéramos tener. Es decir casi siempre podemos entender la razón por la cual aparecen ejemplares tan buenos o tan malos : ello se debe a la conformación del genoma la combinación aleatoria de los genes. Ello puede deberse a muchas causas y tomar formas diferentes, pero que tienen en común el obedecer casi siempre al azar, a la casualidad, a factores incontrolables y que por lo tanto no podemos predecir con toda certeza. No podemos tampoco impedir que ésos genomas se conformen en el momento de la concepción de una u otra forma. Lo que hemos tratado de obtener los ganaderos, es procurar eliminar mediante la selección los genes o las combinaciones " desfavorables " y hacer que predominen aquellos que estamos buscando y que significarán a la larga el mejoramiento de la ganadería.
El vocablo genética se deriva de la voz griega genesis, que significa engendramiento o producción. La genética es el estudio de los problemas de la herencia. Lo que la genética persigue es sistematizar los conocimientos sobre las semejanzas y diferencias y explicarlas de un modo racional.
Los genes determinan toas las características hereditarias de los animales, desde el tipo corporal hasta el color del pelo.
Seleccionar en ganadería es tratar de hallar caracteres para volverlos más positivos.
En el toro bravo, la selección no busca una sola calidad, sino un conjunto de ellas.
El toro de hoy es más dócil y más noble que nunca pero le falta " emoción ".
Los ganaderos, en su gran mayoría, han seleccionado la bravura exclusivamente al servicio de lo que demanda el torero, que no moleste.
Antes los ganaderos buscaban más el toro encastado y bravo, con unas embestidas menos refinada, pero llena de " emoción " ( cara más alta, menos recorrido, menos repetidor, menos suave ).
Hoy se busca más el tercer pilar del toro de lidia : la nobleza.
Se huye del toro encastado, del toro que molesta, del toro que hay que " torear " ( en medio de la plaza, cruzarse, no enganchar,) y no darle pases, porque aprende.
El toro de lidia es el único animal con libro genealógico, con carta de origen, que no tiene un modelo, un prototipo, que te digan lo que tienes que criar, como ocurre con las demás razas con libro. Por tanto cada ganadero tiene que crearse su propio modelo, su propio toro ideal.
En este " modelo " que cada ganadero cría se busca sobre todo la nobleza, olvidando que la nobleza excesiva está a un paso del toro manso.
El ganadero tiene que buscar nobleza con casta. Es la misma nobleza, pero en la nobleza con casta la tiene que sacar a flote el torero. Se está olvidando la bravura, a pesar que el toro actual ( humilla mucho, tiene más recorrido, es más repetidor, etc.).
El toro con clase no trota cuando se arranca, sino galopa. No cornea cuando llega al caballo ; se entrega, empuja con los riñones y no cede. El toro de clase mete siempre la cara en el capote, en la muleta, en el peto del caballo y hasta cuando se le banderillea.
La fuerza, consiste en el rigor para resistir cuanto haga falta. La alegría está unida a la clase y se le nota en la embestida. Un toro con alegría te levanta del asiento.
Trasmitir es otra condición propia del toro bravo con clase.
Movilidad será que el toro no pare, embista una vez y otra sin respiro, esté en todas partes con movilidad positiva, existe otra movilidad negativa, como es la de andar y trotar sin detenerse y sin dar seguridad en su embestida.
Codicia es empujar con empeño, con ganas de coger y de llevar en vilo la presa que coge.
Y una cosa muy importante en la selección es la fijeza, cualidad que se trasmite y que reune todas las buenas cualidades de la bravura, porque con ella está el toro atento a su embestida, no se distrae y está fijo en lo que tiene delante. Toros fijos en la embestida, cualquier torero puede con ellos.
La belleza de la selección reside en su dificultad.
Ser ganadero es tan hermoso como difícil.
Los toros de lidia son bravos por condición y varía en ellos la intensidad de esta. Así sin dejar de ser bravos, el toro puede tener embestidas rectas o irregulares, mostrar variaciones en su carácter, querencias o resabios, lentitud o rapidez, ser tardío o presentar medias embestidas. Para la lidia actual los toros deseados son los que tienen bravura con fuerza hasta el final de la faena acompañada de movilidad y trasmisión.
¿ Y qué es la bravura ? La bravura, primer instinto de defensa sublimada y, luego, casta, raza mantenida, prolongada y fortalecida, siglo a siglo, por la selección, ha terminado siendo una misteriosa propiedad, la misteriosa cólera que posean sólo los toros bravos de morir, embistiendo. Esto es, morir sin ceder y atacando. Por todo ello, la bravura se ha convertido en una fuerza ciega y sin el más leve atisbo de lo que pudiera ser un retroceso una debilidad : al miedo o al dolor.
La suerte de varas es un parámetro de gran relevancia para calibrar la bravura. En la tienta los ganaderos valoran la capacidad de la res para crecerse ante el castigo por lo que se le ha de infligir el máximo posible, midiéndole siempre dentro de las posibilidades que ofrezca aquello cuyo comportamiento esté siendo objeto de examen. Por lo tanto, el desgaste previo que supone para la res la suerte de varas condiciona o modula de forma determinante el comportamiento que pueda tener después en la muleta, por lo que no se puede prescindir de ella en absoluto. Por otro lado, a la suerte de varas se debería de recuperar su esencia a toda costa, sobre todo su espectacularidad, puesto que a buen seguro, ganaría un importante número de adeptos.
Pero el ganadero en la soledad de su dehesa no abandona en ningún momento, la alquimia de su ganadería, en las largas noches piensa en Genes, Crómosomas, Fenotipos, Genotipos, etc., y trata de completar a toda costa el puzle de la bravura de su ganadería, sin obviar a las dificultades complejas a las que se enfrenta.
Si preguntamos a ganaderos, toreros, mayorales y aficionados, constataremos la dificultad que conlleva definir qué es la bravura.




FELIZ 2019

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                                   Desde Encina Hermosa les deseo lo mejor para 2019

LA PALMOSILLA

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Desde el alto de La Palmosilla, sus vacas sueñan con un destino glorioso para sus hijos. mientras contemplan cómo los barcos inmensos atraviesan el Estrecho.
Siguiendo la carretera de Vejer a Tarifa, pasando el cruce de la antigua Venta de Retín, el restaurante Apolo XI espera a los viajeros.... y el ganadero Javier Núñez a los veedores de las figuras. A poca distancia se encuentra la entrada al Cortijo de la Haba, cuya portera, cuando está abierta, es el camino más corto para llegar a La China, tras recorrer diez kilómetros de caminos socavados entre los humedales de la laguna de La Janda y la zona de la dehesa que se extiende bajo el monte donde empieza el Parque Natural. El término de Tarifa empieza en La China y acaba en mitad del Estrecho, incluyendo a La Palmosilla.
Cuando los primeros Núñez llegaron a Tarifa a mediados del siglo XVIII, procedentes de Arcos y Jerez, primero se dedicaron a criar caballos y después toros en fincas arrendadas a la casa ducal de Medinaceli, que también llevaba el título de Duque de Lerma.
Todo Tarifa pertenecía al Duque, no en vano sus herederos todavía poseen Acicar y La Haba. Los Núñez arrendaron Acicar durante más de un siglo e, incluso construyeron un cortijo allí
En 1901, Marcos Núñez Reynoso, compró la finca La China, 530 hectáreas situadas en la zona conocida como La Janda, era el bisabuelo del actual propietario, la cual linda  al este con la finca El Torero, en el término de Medina Sidonia ; al noroeste con Arroyocuevas, propiedad entonces de su hermana Micaela, al oeste con Los Derramaderos en el término de Barbate, propiedad entonces de su hijo Carlos Núñez.
De Marcos Núñez Reynoso, la mitad de La China pasó a su hijo Mariano, el abuelo de Javier, quien durante mucho tiempo le cedió en arrendamiento a sus primos, los Núñez Moreno de Guerra, que instalaron a los toros bravos de Carlos.
Poco a poco, a partir de 1996, José Núñez Cervera, el padre de Javier, fue comprando a sus primos y a sus hermanos la finca.
En tiempos de los primeros Núñez, la tierra valía poco y el ganado mucho. El primero en criar bravo fue Marcos Núñez Temblador, allá por 1793 ; después Carlos Núñez Lárdizabal lidío en Jerez en 1886. Al fallecimiento de Carlos Núñez Lárdizabal, su viuda lidió toros durante un tiempo hasta que sus hijos, José y Marcos Núñez de Reynoso, cogieron el testigo, anunciándose en Sevilla en 1895. A continuación, llegó el miembro más famoso de la saga, Carlos Núñez Manso, hijo de Marcos Núñez. Carlos tenía siete hermanos, entre ellos el padre de Joaquín Núñez del Cuvillo y el de José Núñez Cervera, ganadero de la Palmosilla.
En opinión de don José, La Palmosilla se halla demasiado cerca de la población y de las playas. Por ello los toros se crian en La China, donde ven pasar a menos gente.
Yo soy partidario declara Javier - de que el toro, cuanto menos se le moleste o se le manosee, mejor. Una de las razones por las cuales he dejado de poner las fundas.
El negocio del toro ya no es lo que era y, si en su mejor época arruinó a unos pocos. ¡ imaginen lo que sucede ahora !.
La riqueza de esta zona con clima oceánico, se esconden en la zulla, una hierba con mucha energía, parecida a la alfalfa merced a su alto valor nutritivo, que crece en forma salvaje, imposible de sembrar en otro lugar. La zulla es un tesoro exclusivo de la comarca.
En caso de que la vacada no sea un capricho de algún nuevo rico dispuesto a poner de su bolsillo lo que el campo no da, la ganadería brava tiene que buscar su rentabilidad añadiendo algún ingreso atípico o suprimiendo costes adicionales. Sin embargo, estos condicionantes no se cumplen en caso de formar parte de la media docena de ganaderías que las figuras lidian por sistema.
La cumbre del monte Hacho emerge desde un océano de espuma blanca en La Palmosilla, mil embarcaciones diarias pasan por allí : la mayoría, viaja hacia el norte de Europa, cargadas de petróleo o mercancías.
La Palmosilla algo único, que la hace distinta a otras fincas. El cortijo está situado en la parte baja de la finca, La Vega, al pie de una colina, para protegerse del fuerte viento de Levante. La proximidad al océano Atlántico hace que sea una tierra húmeda, fértil y fresca. El color de la tierra es negro ; la llaman tierra de bujeo.
Antiguamente, la finca era más grande, pero en sucesivas particiones testamentarias se fue fragmentando hasta nuestros días en los que ocupa unas 180 hectáreas.
Ganaderamente, la finca es perfecta ya que, por la calidad de los pastos, no es necesario echar de comer al ganado
Cuando decidió hacerse ganadero don José siguió los pasos de su tió, el gran Carlos Núñez Manso que apostó por dos encastes : los parladés de Rincón y los Villamarta.
Siempre había pensado que cualquier día me haría ganadero, pero nunca veía el momento por el poco tiempo que le dejaban sus negocios. Pero un día su primo Marcos Núñez me dijo que si lo pensaba hacer en serio tenía que darme prisa porque la ganadería de bravo era un proceso muy lento. Fue cuando me decidí. Entonces llamé a Juan Pedro Domecq y le invité a comer en mi casa de Madrid.
Juan Pedro le dijo : Llevo años esperando esta conversación y estoy encantado de que, por fin, te hayas decidido a dar el paso. Te voy a escoger 50 vacas aprobadas de los guarismos 94 y 95 de las mejores familias de mi casa, hasta que tú tengas sementales puedes disponer de los míos a tu antojo.
Javier, el actual propietario se encontraba estudiando en un Colegio Mayor cuando su padre le contó el trato y lo vió tan ilusionado que no fue capaz de decirle que a mí lo de Juan Pedro no le gustaba.
Influido, sin duda, por mi familia..... No es tanto que no me gustaran los toros de Domecq, como que yo, por entonces, pensaba que esos toros jamás iban a poder embestir tan bien como los Núñez, que ha sido siempre el toro que a mí más me ha gustado. El tiempo le daría la razón a mi padre. En aquella época, por la lógica de la edad, el primo con el que más tiempo pasaba era Álvaro y fueron veranos enteros en El Grullo, viajando a ver las corridas de Núñez del Cuvillo. De la ganadería de mi tío Joaquín, la rama de Osborne era, sin duda, la que más le llamaba la atención. No me costó convencer a mi padre de comprar 125 vacas a mí tío Joaquín con un semental. Mi tío Joaquín, diez años mayor que mi padre, durante cinco años contamos con sementales suyos de la rama Osborne.
La aportación de Villamarta es muy visible en algunos animales, y hasta tenemos a veces novillos cárdenos que podrían ser de Santa Coloma. Pasa lo mismo con el encaste Domecq : se ve perfectamente lo que viene de Mora Figueroa, de Salvador, o del Conde de la Corte que suelen tener más cara. Y eso rompe con la monotonía de lo que llaman el monoencaste.
Según Javier Núñez un encaste se acaba cuando muere su ganadero. Cuando cambian sus manos que lo crían, cambia el toro. Y lo más problemático no es tanto que la mayoría de las ganaderías procedan de un mismo tronco, sino que buscan todas el mismo toro.
En enero de 1995, llegan las primeras vacas a La China y comienza la historia de la Palmosilla. Las dos primeras vacas que se tentaron fueron dos añojas, la nº 20 " Compañera " y la nº 32 " Soñadora ", las paró mi padre, y las toreamos mi primo Álvaro Núñez y yó. La inaguración oficial con Espartaco.
" Así como en lo de Juan Pedro usábamos  una puntuación numérica para calificar la embestida, en la rama Osborne " OS " era la mayor puntuación...... ¿ Qué era una embestida " OS " ? Un movimiento. Para mí, la clase de un animal es un movimiento, una forma especial de moverse dentro de los engaños que tiene el animal bravo. Es un movimiento acompasado. Impulsándose de atrás hacia delante en el que el animal coloca todo el cuerpo detrás de la embestida, como haciendo un acordeón, que se estira en la linea curva de la embestida, sometida al imán de los vuelos. La embestida es un momento que dura unos segundos nada más, pero hay embestidas que consiguen que esos segundos sean eternos.
La temporada 2018 ha sido para La Palmosilla muy especial. Una temporada que empezaba viéndose anunciada en Sevilla, en el que sería su debut en La Maestranza y que acababa con la recompensa de verse anunciada en Pamplona para los Sanfermines de 2019. El triunfo en Sevilla, que suponía, además, su regreso a una plaza de primera, después de cuatro años, el indulto de Carasucia en Sanlucar de Barrameda y la completa corrida de El Puerto de Santa María con el toro Añejo, son el resultado tangible de un trabajo iniciado hace unos años que coloca a la ganadería en una situación de privilegio y exige a Javier Núñez una gran responsabilidad de cara a las próximas temporadas.





LUIS ALGARRA

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La tradición ganadera, de los Algarra viene muy de lejos. El abuelo era ganadero de toda la vida. Lidiaba en la Pañoleta. Su padre tenía una afición desmedida desde chico. Era hijo único... con una hermana. Era un forofo de la naturaleza. Lo del abuelo era lo de Félix Suarez que es el hierro que usan, La trayectoria ganadera de la familia Algarra empieza en los años treinta cuando don Salvador Algarra del Castillo compra ganado oriundo de Gamero Cívico a Manuel Cañaveral y lo lleva al cortijo marismeño de La Cigüeña, cerca de Villamanrique de la Condesa, entre Partido de Resina y Hato Blanco de los Campos Peña. En La Cigüeña, que pertenece a la familia Algarra a partir del año 1927, se tiene constancia de toros bravos desde 1887 por lo menos : los de Braganza primero, y más tarde lo de lo de Manuel Rincón, que realizaba allí las faenas de acoso y derribo en presencia de la familia real. Diez años más tarde, Salvador Algarra del Castillo compra, en 1939-40, doscientas vacas veragüeñas a Enrique Calderón, así como el hierro que éste había puesto a nombre de su hijo Ricardo, vacas que provenían del lote comprado anteriormente a Salvador Domecq, cuando se partío en cuatro la ganadería de Juan Pedro Domecq y Villavicencio. A este lote según Areva, don Salvador Algarra añadió enseguida vacas y sementales de don Clemente Tassara, con sangre Gamero Cívico y Villamarta. Y en 1963, don Salvador Algarra incorpora unas vacas y sementales de Benítez Cubero. A continuación, en 1964, compra a Andrés Parladé las vacas y sementales que procedían del Conde de Santa Coloma por una parte, y vacas del Marqués de Albaserrada por otra. " Con su concepto del toreo y de vida, a don Luis Algarra no le gustaba este toro agresivo que criaba su padre. Aquello revuelto salía malísimo, es verdad, y no se arreglo con lo de Benítez Cubero. Por eso el abuelo le compró el lote de Juan Pedro Domecq y le puso la ganadería a nombre de Luis Algarra. Don Salvador Domecq compró para su hijo,, que tenía entonces 48 años, la cuarta parte de la ganadería de Juan Pedro Domecq, mientras que Diego Puerta se quedaba con otro cuarto, y de la mitad nacieron los hierros de Jandilla y más tarde Zalduendo.
Apostar por un cambio tan radical en una época en la que la sociedad española entraba en un periodo de inestabilidad a causa del fallecimiento de Franco, demuestra mucha osadía por parte de don Luis Algarra. Para colmo, el mercado taurino no atravesaba su mejor momento, la crisis petrolera provocaba recesión y las entradas a las plazas bajaban. Sin embargo, don Luis entendía que este " encaste " poseía el fondo de donde podría buscar la mejor simiente para moldear el toro enclasado que buscaba.
El toro se hace como se lo imprimes. Hay muchas ramas de Domecq y no se parecen en todo.
¿ Que tiene que ver Fuente Ymbro con Juan Pedro Domecq o con Algarra ? Son ganaderías diferentes.
Don Luis debutó como ganadero en Madrid en el año 1979, con unos toros que llevaban el hierro del Duque de Veragua, puesto que venían con sus madres en el momento de la compra. Ángel Teruel le cortó una oreja al excelente toro castaño " Legislador ". En la temporada siguiente, 1980, empezaron a salir los toros herrados con la " S " de Félix Suarez, y tres años más tarde, don Luis Algarra Polera adquirió su antigüedad. Consiguió también una fama envidiable dentro de los toreros, gracias a la bondad enclasada de sus Domecq. Pero esa bondad tenía su contrapunto, al carecer de emoción de cara a un público que empezaba a cambiar sus gustos. En aquella época, como relata mi amigo y paisano Joaquín López del Ramo, don Luis estimaba que " el toro de antes era más fiero que el actual ". Éste se caracteriza por tener una excesiva bondad y una falta de acometividad que resta emoción en las faenas. En este sentido, creo que hay que conservar la alegría que tuvo en otros tiempos.
A base de selección, afinando el lote de Domecq, don Luis consiguió ahondar en su búsqueda cuando, por fin, dió con el semental que tanto anhelaba. " Decidor ".
Cuando en 1985 les compró Victoriano del Río metieron siete erales para tentarlos en La Capitana, todos hijos de " Decidor ". Salieron cinco extraordinarios y don Luis dijo que le hacían falta para él y no los vendía. Quedaba el burraco " Aldeano " sin tentar y se lo llevó Victoriano con un lote de vacas y le funcionaron de maravilla.
Don Luis fue una ganadería madre de otras muchas.
De los cinco erales aprobados, dos le ofrecieron a la ganadería Algarra su despegue definitivo.
El nº 93 " Incansable ". Fue el padre de todos los toros de triunfo de José Miguel Arroyo " Joselito ". Era tan famoso el toro que Juan Pedro Domecq se lo pidió a don Luis, que dijo que no. Juan Pedro le mandó vacas para que las cubriera en La Capitana.
El padre de don Luis se dedicaba a la compra venta de pisos en Sevilla, y cuando murió, se encontraron con varias casas por todo Sevilla, como a don Luis las casas no le interesaban lo invirtió todo en campo. Compró una finca en Castiblanco, que luego vendió, otra La Parrita que la tiene una de sus hijas, y La Capitana, que tiene 800 hectáreas. Cuando debutó don Luis de ganadero la ganadería estaba en La Cigüeña y a partir del año 1983 se cambiaron a La Capitana.
Tuvieron que hacer toda la infraestructura, la plaza de tientas. los cercados. Fue una inversión tremenda pues anteriormente  era finca de ganado manso.
Don Luis adquirió en La Cigüeña un gran conocimiento del toro bravo.
Aurora, su hija, hizo la carrera de ingeniero técnico agrícola, estuvo un año trabajando en la Junta de Andalucía, y su padre le dijo : Oye, a mí me hace falta alguien aquí. Y se volcó con la ganadería.
Don Luis tenía un hijo y siete hijas, Aurora es la cuarta de los hermanos y el padre le dejó la ganadería a Luis, Aurora y otra hermana a la que Aurora le compró su parte.
Al resto de los hermanos les dejo otras fincas, casa, pero todos querían la ganadería. Don Luis adivinaba que con Aurora al frente, la ganadería seguiría la trayectoria, bajo el mismo planteamiento de su creador.
Cuando don Luis en los años noventa y tantos hizo aquellas tremendas ventas a otros ganaderos, Aurora hacía todos los lotes, le decía don Luis : Haz cinco lotes para que todos nos quedemos con lo mismo, incorporando en cada uno algo de todas las familias. Esto pasó con Victoriano del Río, Martín Arranz, Matilla, Manolo Chopera, Ortega Cano.... eran lotes de cincuenta o sesenta vacas, pero en todos iban de todas laa familias.
En 2006 muere don Luis tenían cerca de cuatrocientas vacas, que era una barbaridad, y ya no era época de bonanzas, si no que se adivinaba la crisis. Vendieron dos utreros a Fuente Ymbro y Jandilla, vacas y sementales al suegro de Antonio Barrera, vacas y sementales a Los Chopera. También le vendieron a una ganadería francesa Alma Serena.
Aurora monta a caballo, igual que sus cinco hijos, los cuales son Murubes por parte de padre y Algarra por parte de madre. Su marido Pepe Murube ganadero de La Cobatilla.
En un cercado arbolado y quebrado, Aurora cuida a sus sementales.
¿ Qué consiguió don Luis que en aquel momento no lo tenía nadie ? Clase con una fijeza tremenda. Y por eso todo el mundo les quería comprar.
Mantienen un gran número de sementales, abren mucho y padrean unos diez cada año.
Trece años después de su fallecimiento, el recuerdo de don Luis sigue muy presente en La Capitana. Murió con 79 años, en plena salud. Se fue de la finca a su casa de Sevilla, se acostó y por la mañana al no contestar al teléfono su hija se lo encontró muerto. Se murió durmiendo.
En tres segundos puedes pasar de arriba a abajo, pero para remontarlo hacen falta años......





DON FELIPE DE PABLO ROMERO

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Una de las ganaderías más admiradas por los aficionados a los toros es, sin duda, la que hoy traigo. Junto con la de Miura constituyen los dos únicos casos de imposible repetición. Son dos ganaderías muy peculiares, singulares, que han estado siempre en manos de la misma familia desde su fundación, desde que se consiguió su irrepetible modelo de toro. Ambas constituyen un importante patrimonio de este espectáculo insólito que es la fiesta de los toros. Si tuviéramos que hacer una definición de lo fundamental de lo característico del toro de Pablo Romero, destacaríamos dos adjetivos : belleza y seriedad.
Fue fundada en 1885 por don Felipe de Pablo Romero, con divisa : Celeste y blanca ; Rabisaco en la oreja derecha y muesca en la izquierda ; Antiguedad 9 de abril de 1888 ; Raiz : Gallardo y Cabrera ; Tronco : Duque de San Lorenzo, Rafael Laffitte, C. Conradi ; Linea Felipe de Pablo Romero : Derivación : Felipe de Pablo Romero ; Rama : F . y José Luis de Pablo Romero Artaloitia - Felipe de Pablo Romero ; Encaste . " Pablorromeros ".
La Casta Cabrera fue fundada por Rafael José de Cabrera, en Utrera, Sevilla, durante el siglo XVIII, a partir de reses desconocidas.
Estas características de comportamiento llevaron poco a poco  a los ejemplares de Cabrera hasta el borde de la extinción, de forma que en la actualidad sólo se conservan reses de esta Casta en la ganadería de Miura.
La Casta de Gallardo tiene un origen similar al de Cabrera y en la actualidad no quedan ejemplares puros de esta Casta.
Los últimos descendientes de la Casta de Gallardo, cruzados con líneas Jijonas y sobre todo Vazqueñas, subsisten en la ganadería de Pablo Romero.
Se trata de reses de excelente trapío, anchas de pechos y de grupa, con las extremidades más bien cortas, constituyendo la única linea ganadera de la raza de lidia susceptible de calificarse como hipermétrica. La cabeza es muy chata, el cuello corto y el morrillo muy prominente.
Don Rafael Laffitte y Castro, de Sevilla, adquirió en el año 1870 a don Rafael José Barbero, de Córdoba, la ganadería formada por él con vacas jijonas de don Álvaro Muñoz y sementales de Cabrera, cuyos productos como nuevos, y a nombre del señor Barbero, se corrieron en la plaza de Madrid con divisa encarnada, blanca y amarilla el 19 de septiembre de 1852.
El seños Laffitte, en 1874, compro a don José Bermúdez Reina gran parte de las reses de origen Benjumea que aún conservaba, más setenta y tres vacas oriundas de los Gallardo, del Puerto, y procedentes de la ganadería del Duque de San Lorenzo.
Don José Bermúdez Reina formó su ganadería en 1868, con 500 cabezas de las de José María Benjumea, de origen vazqueño, a las que agregó en 1871, la torada del Duque de San Lorenzo. El duque, la cruzó con dos toros de López Cordero, oriundos de Hidalgo y Barquero.
La primera vez que se lidiaron los toros en la plaza de Madrid a nombre de don Rafael Laffitte, fue el 11 de julio de 1875, expresando en los carteles que antes pertenecieron a don Rafael José Barbero.
A principios de 1885, don Rafael Laffitte vendió la ganadería a don Carlos Conradi, el que, en octubre del mismo año, la vendió en dos partes : una a don Francisco Gallardo y Castro y la otra a don Felipe de Pablo Romero, y a nombre de don Felipe se lidiaron los toros por primera vez en Madrid, con divisa azul, celeste y blanca, anunciando en los carteles que procedían de la ganadería del Duque de San Lorenzo, en la primera corrida de abono celebrada el 9 de abril de 1888, a cargo de los espadas Manuel Hermosilla y Rafael Guerra Guerrita.
Sobresalieron en dicha corrida los toros " Cuchillero " y " Chato ", que tomaron trece varas cada uno, matando tres y cuatro caballos, respectivamente.
Durante veintiún años don Felipe llegó a conquistar los máximos honores por la bravura de las reses y el esmero en la presentación de las mismas. En el año 1906, y por fallecimiento de su padre, entró en posesión de la ganadería su hijo de igual nombre, quien de hecho la venía dirigiendo desde años atrás, el que, siguiendo la pauta marcada por su progenitor, cuidó y seleccionó dicha ganadería con esmero y sobre todo mucha afición.
En don Felipe de Pablo Romero y Llorente no influyeron los vaivenes que, de vez en cuando, se producen en la fiesta.
Ajeno por completo a conveniencias particulares él continuó sin escamotear los puros principios de la crianza y presentación del toro bravo, no siendo, pues, de extrañar que los " pablorromeros " alcanzaron justa fama, don Felipe solicitó y se le concedió un real decreto por el cual se unían los apellidos Pablo y Romero con un guión y pasó a llamarse Felipe de Pablo-Romero y Llorente.
El 29 de diciembre de 1942, a la edad de 84 años, falleció, en Sevilla, don Felipe de Pablo-Romero y Llorente. Pero con mucha anterioridad en 1917 había cedido la ganadería a sus hijos, don José Luis y don Felipe de Pablo-Romero y Artaloitia, cuyos nombres aparecieron por primera vez en los carteles de la plaza de Madrid, anunciando la corrida de toros que se celebró el 15 de mayo de 1917, en la cual intervinieron los diestro Joselito, Belmonte y Saleri II.
Al fallecer don Felipe, en agosto de 1944, quedaron como dueños de la ganadería su hermanos don José Luis y los hijos de don Felipe, anunciándose los toros por primera vez en Madrid, a nombre de  don José Luis y herederos de don Felipe de Pablo-Romero, en la corrida que se celebró el 26 de mayo de 1946, en la que alternaron Pepe Bienvenida, Rafael Ortega, Gallito y Manuel Álvarez.
En 1955, don José Luis queriendo perpetuar el nombre y que no hubiera una división de fincas ni de ganadería, ni por supuesto de hierro, no quiso que ocurriera lo que pasó en otras ganaderías, que se dividieron. En ese momento don José Luis tenía 10 hijos y cuatro sobrinos, por tanto tendrían que haber hecho catorce partes. Mantuvo el criterio de no dividir y para asegurar más la unidad constituyó una sociedad anónima, quiza una de las primeras sociedades de ese tipo en España, desde luego agrícola-ganadera que se llamó Hijos de Pablo-Romero Sociedad Anónima. Se lidió durante unos años a nombre de Hijos de Pablo-Romero, pero ante la confusión de muchas personas que decían   ""Hijos de don Pablo-Romero ", se puso a la ganadería el nombre de Pablo-Romero
Don José Luis murió en diciembre de 1975, aunque como ocurrió con todos sus antecesores, hacía ya varios años que los hijos llevaban la ganadería, por tanto desde el año 1956 la ganadería la dirigía su hijo don Felipe de Pablo-Romero y Cámara.
Al morir don José Luis el consejero delegado de la sociedad anónima era su hijo don Felipe y el presiden el hermano mayor.
En 1974 hicieron una reducción de capital por la cual se desmedro un cincuenta por ciento de la sociedad, porque sus cuatro primos quisieron su parte, los hijos de su tio Felipe, todavía vivía don José Luis y tuvieron que hacer un sacrificio económico comprándoles el cincuenta por ciento que les correspondía.
La ganadería pastaba en las fincas Partido de Resina, Herrerías y Venta Negra, de los terminos de Aznalcázar, Sanlúcar la Mayor y Puebla del Río, respectivamente en la provincia de Sevilla.
A pesar de la escasa rentabilidad de la ganadería don Felipe mostró una gran preocupación por estudiar el toro bravo de su ganadería, las caídas y la consanguinidad. Pablo-Romero reconoció que tenían un problema grave que era el de las caídas de sus toros. Hallaron el equipo de Jordano Varea que en el año 1971- 72 empezaron a trabajar en la ganadería
Durante eses años dieron un aperturísmo total, dejándoles a ellos con su equipo que realizasen cuanto estimasen oportuno. Luego en una asamblea en Madrid, se acordó plantear este estudio, dotarlo económicamente y llevarlo a efecto en colaboración con el Instituto de Investigaciones Científicas. Y, tras dos años de trabajo llegaron a constituir una asociación sobre la investigación del toro bravo.
En 1975, le sucede a don Felipe, su hijo del mismo nombre, y al fallecer éste en 1979 pasa la gerencia a su hermano don José Luis.
Nunca acudieron a la Maestranza en Feria, al parecer por tradición familiar, don Felipe de Pablo Romero promotor de la ganadería, le gustaba mucho la feria de Sevilla, que entonces era totalmente ganadera y decidió que no quería que su corrida le amargara la feria donde lo pasaba también entre ganaderos de toda clase de animales, tenían una caseta donde se realizaban los tratos, se tomaban unas copas entre guitarras y flamenco.
Fuera de feria no rehusaron nunca lidiar en Sevilla, recuerdo la despedida de Manolo Vázquez, de novillero.
Desde 1986 pasa a pertenecer en exclusiva la ganadería a don Jaime de Palo-Romero y Cámara que después de mantenerla durante once años en 1997 la vende en su totalidad a la Sociedad Agrícola y Ganadera Partido de Resina, la finca, antigüedad, señal y divisa.
La finca Partido de Resina tiene una capacidad de 400 hectáreas, con encinas y alcornoques.








MANUEL JIMÉNEZ ( CHICUELO )

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Con motivo del centenario de la alternativa en la Maestranza, de Sevilla, de Manuel Jiménez Moreno ( Chicuelo ), les traigo al blog, su biografía.
Manuel Jiménez Moreno, nació en la casa nº 11 de la calle Betis, del barrio de Triana, de la ciudad de Sevilla, el 15 de abril de 1902. Hijo del matador de toros del mismo nombre y apodo, quedó huérfano en su más tierna infancia, pues su padre murió el 18 de noviembre de 1907. Su tío el banderillero Eduardo Borrego ( Zocato ), recogió al niño y a una hermanita suya de aproximada edad, cuidándoles y educándoles con el mismo esmero y cariño que si de hijos suyos se tratara, que el matrimonio Zocato carecía de ellos. En el hogar modesto del banderillero no oyó el niño Manuel hablar más que de toros y de cuanto se relaciona con la fiesta. En aquella casa, entroncada por diversas ramas, con artistas del toreo, no había otra preocupación. Su tía ( la mujer de Zocato era hermana de la madre de Manuel ) hablaba con mucha persistencia de las ventajas que en la vida alcanzaba el que llegaba a ser matador destacado. Así, sin duda, se incubó la afición del niño, que llevaba en sus venas la sangre y la vida de su progenitor, que fue un buen artista, malogrado, en gran parte, por la dolencia que acabó con su vida joven. Y el niño Chicuelo no pensó más que en ser torero. Zocato, en la modestia de sus disponibilidades, le dio una instrucción primaria muy completa, y ya alternando en sus estudios con la lidia, de algunos becerros, se inició Chicuelo en el toreo. Pronto acudió a tentaderos y a faenas, siempre acompañado de su tío, que no perdonaba medio para que el chiquillo fuese invitado a los tentaderos y a torear en cuantas becerradas y oportunidades se lo permitían. Y pronto fue conocida la gracia y el arte del niño en los cortijos y en el ambiente taurino sevillano, en el que su tío contaba con grandes amistades y simpatías. En las inmediaciones de Sevilla existían entonces dos placitas, en las que toreaban con frecuencia señoritos aficionados y toreros que así se entrenaban. Era una de ellas la de la " Huerta del Lavadero ", propiedad de " Los Gallos ", que gustosamente se la cedían.
Era la otra la de la " Venta taurina ", en manos de un modesto industrial. En las dos plazas era muy conocido el niño Chicuelo. En otra placita en Dos Hermanas el gran aficionado don Antonio Pickman, gran protector del niño, allí mató su primer becerro en abril de 1912, cuando cumplía los diez años.
En 1913, en el mes de octubre, La Escuela Taurina de Sevilla, en la que era Chicuelo discípulo predilecto y destacado, organiza una becerrada en la " Venta taurina " y Manolo figuraba como matador.
Chicuelín toreó a su becerro de manera asombrosa, así con el capote como con la muleta. La gente se entusiasma viendo las hazañas del niño y cortó las primeras orejas.
Por aquel tiempo se traslada a Salamanca, donde alterna en tentaderos y becerradas con otros tres aspirantes a torero : Juan Luis de la Rosa, Granero y Eladio Amorós. Allí pronto se significa como un torero fácil, de enorme finura  y calidad.
En 1918, mata ya novillos y torea en once novilladas, casí seguidas en Barcelona. El 1º de septiembre torea por primera vez en Zaragoza mano a mano con Antonio Márquez y novillos de Terrones.
Se presentó en Madrid el 8 de agosto de 1919, con García Reyes y Joselito Martín y novillos del duque de Braganza.
A los diecisiete años le llaman en la Real Maestranza de Sevilla " el Principe heredero del toreo ".
Toma la alternativa en la Maestranza en la Feria de San Miguel el 28 de septiembre de 1919, se la dió Juan Belmonte actuando de testigo Manuel Belmonte, con toros del Conde de Santa Coloma, el de la alternativa " Vidriero " cárdeno.
Confirmó en Madrid testigo Rafael " El Gallo ", con Juan Belmonte y Fortuna de testigo, en la corrida de la Prensa celebrada el 19 de junio de 1920. El toro de la confirmación " Volandero ", jabonero del duque de Veragüa.
Chicuelo, a quien alguien lo definió como el arquitecto del toreo moderno, por su gran toreo con la mano izquierda y su gran ligazón de los muletazos.
Pero su mayor importancia estriba ante todo en su fertilidad y capacidad de sugerencia para crear nuevas suertes y nuevas maneras de interpretar las antiguas.
Aunque otros diestros estén mejor en una corrida, el público sale hablando de Chicuelo. Puede ser que los demás salgan en hombros y él no. Pero representa una concepción del toreo marcada por el arte, las chispas, " el ángel ".
Manuel Jiménez aporta la mayoría de eso que hoy se llama " escuela sevillana " ; lances a pies juntos, " Chicuelinas " ( altas, bajas, girando, inmóviles, graciosas, solemnes ). En suma, buena, muy buena parte del toreo de filigrana y orfebrería, creaba lances y muletazos en cada corrida que no le salían igual en la siguiente.
Había bebido las más puras esencias del clasicismo de José y Juan, las adaptó a su espíritu ( inconstante y voluble) y a su cuerpo menudo, de trazos cortos. De ahí la belleza estatuaria de las verónicas y naturales, aunque le salieran más breves que a José y Juan. A cambio de acortar los pases les dió ligazón - suprema virtud del toreo moderno - y armoniosa perfección. Limpió de rudeza el toreo de la " Edad de Plata " donde aún persistían vestigios del toreo antiguo.
El 24 de mayo de 1928, frente a " Corchaíto " realiza en Madrid la primera faena de la época post-, belmontina, encadenando naturales en redondo como el maestro mismo nunca lo había hecho. Dos orejas y rabo. El público pide también la vuelta al ruedo para el noble toro de Graciliano que traen del desolladero para recibir el homenaje. " El público decía no haber asistido a una faena parecida ". El crítico del Heraldo de Madrid lo narraba espléndidamente en su crónica : Los Gracilianos forman parte de los toros más bravos de la época. No parpadean antes de embestir, el ganadero les había imprimido a sus toros un estilo propio.
La temporada de 1928 le colocó en el primero de los artistas excelsos. Aquella faena cumbre con treinta pases y dieciséis naturales y de pecho, da la pauta de lo que había cambiado en poco tiempo el toreo.
Fue tan grande la faena al toro " Corchaíto " que se habló de ella durante toda la temporada.
Aquella tarde hizo que subiera su cotización, faena de muleta que llenó paginas de periódicos y revistas.
Al finalizar la temporada de 1927 contrajo matrimonio con la artista Dolores Castro Ruíz "Dora la Cordobesita ", que era un emblema de la belleza de la mujer cordobesa, posó en varias ocasiones para el pintor Julio Romero de Torres.
En 1928 toreó 81 corridas. Sus mayores triunfos los obtiene en 1939.
Chicuelo es uno de los toreros de su época, de más acusada personalidad. Ni imitó a nadie, ni pudo imitarle nadie.. Era, o es, innata su gracia, sin parecido con ninguna.
La suerte de la " chicuelina ", la ejecutan todos los toreros quizá con tanta perfección como el mismo; pero con su gracia, con su donaire, con su salero,nadie ; en esto Chicuelo es inimitable, incopiable.
Vistió por última vez el traje de luces en Utrera ( Sevilla ) el 1º de noviembre de 1951, en una corrida con toros de Concha y Sierra en la que dio la alternativa a Juan Doblado y a Juan Pareja Obregón.
Falleció en Sevilla el 31 de octubre de 1967.
Hombre de baja estatura y de brazos cortos, si con el capote y la muleta hizo verdaderas maravillas, lo mejor de todo su toreo fue la gracia primorosa con que lo adobó.






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GALEANA

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Antes de entrar en la familia de don Joaquin, Galeana ya era una finca dedicada al bravo. " La antigua dueña de Galeana era una ganadera española y en 1939 el abuelo de don Joaquin se la compró. Esta señora era la viuda de Soler, una ganadería muy conocida, origen Marqués de la Conquista ( Casta Jijona ). Dejó en la finca tres grandes carteles de corridas suyas lidiadas en Valencia y otras plazas. Le vendió la finca a su abuelo, pero no la ganadería que se la vendió a Claudio Moura, tio abuelo de Joao Moura, y de ahí, paso a Passanha ".
En las 918 hectáreas de Galeana, don Joaquin tiene 200 vacas bravas.
Muchas son, dice. Me gasto 20.000 euros al mes en alimentación.
Afortunadamente, don Joaquin supo desarrollar el turismo verde en Galeana. Fue una casualidad y una suerte. Todo esto ocurrió después de contestar una email, de una agencia francesa, en el que le preguntaban si recibía grupos. Después de responder que sí, le preguntaron que si también les daba de comer y los precios. Entonces empezaron a llegarle autobuses y autobuses de visitantes. No son gente del toro sino turistas. Son grupos de 50 a 100 personas. Uno o dos autobuses a la vez. Cuatro o cinco tractores.... una caravana,
Desde que empezó esta actividad, don Joaquin ha reformado parte del cortijo ha creado un museo para albergar los numerosos trofeos ganados con la ganadería. En Galeana tienen el Oscar ganadero : el premio de la ganadería más brava de San Isidro. También tienen el de la más brava de Pamplona, de Bilbao, de Albacete, de Santander.
Don Joaquin hizo siete pantanos. Uno tiene que almacenar todo el agua que cae de la lluvia. La finca es muy agradecida. Cuando llueve se pone verde verde. Tiene primaveras exuberantes, muy precoces y con una abundante variedad de pastos.
En 1944 el abuelo de don Joaquin, Manuel Joaquin Grave, compró reses de Pinto Barreiros para formar su ganadería. Pinto Barreiros era básicamente Gamero Cívico con una punta de Félix Suarez.
Despues de fallecer el ganadero en 1958, sus pintobarreiros pasaron a sus hijos Joaquin Murteira Grave y su hermana.
En aquel momento don Joaquin quiso comprar más Pinto Barreiros a José Lucerda. Pero no pudo ser. Compró a Iganacio Sánchez Ibargüen el hierro de la Espuela, que había sido de Fernando  Villalón y, para continuar con Gamero Cívico, compró primero a Samuel Flores y luego en 1961, el semental Sargento y un lote de vacas a Guardiola Soto.
Estaba claro que el padre del actual ganadero, que se quedó solo al frente de la ganadería a partir del año 1962, pasaba del origen Santa Colomeño existente también en los cimientos de Pinto Barreiros y se decantaba  por la procedencia Gamero Cívico : es decir el tronco Ybarra-Tamarón-Parladé. La ganadería evolucionó mucho pero de cierta forma lo hizo dentro de un mismo encaste. En el 1970 don Joaquin compró dos toros a Carlos Núñez. " Alcalino " y " Tortolillo ", más tarde en 1980 se fue a buscar un toro puro de la linea Tamarón a José Luis Vasconcelos, que acababa de comprar lo de Coimbra, y otro de Cayetano Muñoz con el hierro de Paquirri de la linea Villamarta. Finalmente en el 1994 compró dos sementales a Juan Pedro Domecq, " Borracho " y " Gamberro ". En 1995 compró 30 vacas de Núñez. En el 2002 don Joaquin entregó la ganadería a su hijo don Joaquin que siguió la ganadería con la linea Tamarón. Pues en la ganadería le quedaba poco de lo puro de Guardiola Soto del principio, que era su marca de los años sesenta a ochenta.
Sin dudarlo, don Joaquin lanzó una serie de aportaciones. En 2003, fue a Jandilla compró los sementales " Botijero " y " Verdulero " y en 2009 le alquiló otro durante dos años, " Temporero ".
También tuvo un toro de Torrealta, otro de Zalduendo, otro de Cuvillo, dos de Daniel Ruíz, otro de Los Guateles.
Los toros de Jandilla le dieron la vuelta a todo esto, Jandilla tiene una variabilidad genética muy importante. Tiene de todo. Se puede decir que es la casa madre del encaste. Al final lo nuestro afirma don Joaquin es un encaste propio porque las hembras fueron casi siempre las mismas. Yo quiero el toro que pone a todos de acuerdo. El que repite y es noble en el sentido de rectitud en el ataque.
La nobleza se asocia muchas veces a suavidad y eso no le gusta a don Joaquin, le gusta que embistan con carbón. El toro tiene que ir por su sitio, tiene que obedecer, humillar, repetir, tiene que ser bueno para todo el mundo. Bueno para el ganadero, para el torero, para el público y para el empresario. Ese es el toro que da espectáculo el toro que tiene tanto motor como clase. Encastado y enclasado. Está claro que en lo poco que le queda de Gamero Cívico no puede encontrar nada para refrescar.
La plaza de tientas de Galeana de color rosa pálido tiene mucho sabor. Pero en los tentaderos dice el ganadero no hay ni vino blanco ni croquetas. Es para trabajar.
Normalmente las plazas de tientas están muy cerca de los cortijos, lo que muchas veces convierte a los tentaderos en un acto social. Aquí, de ninguna manera. De hecho, la plaza dista tres kilómetros del cortijo. igual ocurre en Encina Hermosa, y es poco habitual ver gente en ella fuera de la temporada de tentaderos.
En el palco se sienta solo o con algún amigo de máxima confianza, Cuando su abuelo compró la finca la plaza estaba hecha en ese lugar. Parece ser que la viuda de Soler no le gustaban los maletillas que venían y por ese motivo puso la plaza lo más lejos y escondida posible.
En el tentadero de hoy la primera vaca sale fácil para el torero, pero aquí eso no basta. a don Joaquin no le hace falta mucho tiempo para decidir si se queda en la ganadería. Yo lo veo más sencillo : me sirve o no me sirve. A la que me emociona de verdad porque embiste con esa rectitud y transmisión que busco, le pongo cinco cruces y ya está. Me gusta disfrutar de lo que estoy viendo.El público va a la plaza y no toma notas. Va para emocionarse. Y lo que emociona a ellos, primero tiene que emocionarme a mí. Esta becerra es nieta de los dos de Jandilla, por la madre y por el padre.
Si en Portugal los toros de Murteira Grave siguen gozando de buena fama, en España desde hace años su éxito palideció. La meta de don Joaquin es volver a ponerlos en su sitio. La primera corrida completa la lidiaron en 1963 en Cáceres, en 1964 tomaraon antigüedad en Madrid y con el toro " Pianista ", al que Antonio Bienvenida desorejó en una corrida concurso, llegó el primer triunfo. De lo último que se lidió, tenemos un toro ensabanado que embistió por abajo y con celo en la muleta de José Garrido, en Lisboa. Lo tenemos aquí de semental.
Por lo menos alguna ventaja tenemos que tener en Portugal, por ejemplo la de poder dejar un toro de semental que le ha gustado al ganadero.
Sin lugar a dudas, el mejor momento de la ganadería fueron los años 1980, con el cruce de Núñez.
" Fue cuando ganamos el premio al mejor toro de Madrid en el 1984, y a la mejor corrida de San Isidro en el 1988.
Yó entregué personalmente al padre de don Joaquin el premio en el Hotel Wellinthon, al formar parte del Jurado, cuya fotografía les muestro abajo.
En España y Francia nos llamaban los " Murteira", mientras que en Portugal nos dicen" Grave".
Esos años fueron una década casi perfecta aparecía como la recompensa de su empeño.
Don Joaquin sigue luchando para alcanzar en España y Francia los triunfos que obtuvo su padre en aquellos inolvidables años.




VALVERDE

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La ganadería del Cura de Valverde procedía de su padre. Juan Sánchez Rodríguez, comprándole en el año 1941 vacas y sementales a Vicente Charro. Todas de origen Lorenzo Rodríguez ( Espioja ) que a su vez se había quedado con una parte de la ganadería de José Gamero Cívico, puro Parladé ,cuando ésta se dividió entre Domingo Ortega, Llamamié de Clairac y Samuel Flores. Bajo el mando de Lorenzo Rodríguez, todo un genio de la crianza del bravo, los " Espiojas " adquirieron muy pronto fama de bravos y fueron utilizados de cimientos por varios ganaderos, Vicente Charro entre otros.
Don Juan Sánchez Rodríguez debutó con sus Espiojas de Charro en 1944, matándole su primera corrida el propio Manolete junto a Carlos Arruza en Cieza. Tres toros destacaron sobre manera por su bravura y calidad : " Colegial ", al que el " monstruo " le cortó el rabo y fue premiado con la vuelta al ruedo, " Velonero " y " Flamenco ". Después de esta primera compra, Juan Sánchez añadió vacas y sementales de de su vecino el Conde de la Corte a traves de Juan Cobaleda, el cuñado de Atanasio Fernández, es decir primos hermanos de los Gamero Cívico de Espioja. Con ellos debutó en Madrid con una novillada, dentro de la cual destacaron los novillos " Estudiante " y " Currito ".
Convencido don Juan de que la fuente  Condesa era imprescindible para alcanzar el nivel más alto, remató la obra comprando dos sementales al Conde en 1948 para enlazar las dos ramas de la misma familia. En 1951 murió don Juan, y por este motivo no tuvo tiempo de comprobar los resultados de su esfuerzo. Dos años más tarde, en 1953, la ganadería se dividió entre los nueve hijos de don Juan : (Don Casimiro, Don Esteban, Don Juan, Doña Consolación, Doña Sinforosa, Doña Emilia, Doña Cruz y Doña Carmen ) vendieron después su parte a distintos ganaderos como Alejandro Vázquez, Alejandro García, Litri, Bernardino Píriz, Venancia Hernández Pla, González San Román, o Martín Aparicio, y así se da fe de la buena fama de los Espiojas- Condesos de don Juan. El único de los nueve hijos que decidió seguir con la ganadería paterna fue el mayor de los hermanos, Don Cesáreo Sánchez Martín, conocido desde entonces como el " Cura de Valverde ", al que le habían tocado ochenta vacas con sus sementales, el hierro y la divisa.
Un largo periodo de purgatorio empezó para el joven cura. Intuía que, cualquier día, el vigor de su selección y su búsqueda de bravura impoluta tendría su recompensa. Pero el tiempo pasaba y los toros del cura se reían marginados en el circuito poco agradecido de las plazas de segunda, tuvo que esperar treinta años para tener la posibilidad de destacar en cosos más importantes. Primero destacó " Delgadote " en Avila en 1983. Al año siguiente una corrida completa lidiada en Peñaranda de Bracamonte confirmó que la huella condesa no se limitaba a los Domecq que empezaba a copar el mercado. Estos éxitos le valieron al cura para ver salir varios toros de sobreros en plazas de primera de la mano de la casa Chopera, tal como Bilbao donde Julio Robles se topó con uno. El denominador común entre los toros lidiados de sobreros fue su seriedad y su bravura no exenta de calidad.
En 1990 una comisión taurina de Alés visitó la finca del cura y una vez vistos los cercados anotaron todo lo que les gustaba, todos cinqueños y con un trapío digno de Madrid o Bilbao, el cura tiró una profunda calada a su faria, miró el reloj de su cocina charra y les dijo, muy serio. Habéis escogido lo mayor de cada cercado. Ahora voy a decir la misa, y después hablaremos del precio. Todos se miraron de reojo pero ninguno hizo ninguna objeción, siguieron al cura hasta la capilla dentro del caserío. Una hora más tarde, apretados alrededor de la mesa camilla donde los cuerpos calentaban los cuerpos enfriados en la capilla, los aficionados de Alés recibieron el mazazo del cura con aparente dignidad : " La corrida vale para Madrid, les dijo, por lo tanto vale lo mismo que la de Madrid. Ninguno se atrevió a decirle al cura que no lidiaba en Madrid desde hace décadas, y después de mirarse otra vez unos a otros, el portavoz aceptó el precio poniendo una condición : los toros tenían que llegar a Alés tan astifinos como los habían vistos en los cercados, lo cual no era un problema para el ganadero. Después de bendecir a estos clientes que le mandaba la providencia, el cura se despidió de ellos y les prometió mandar la mejor corrida que jamás hubiesen visto.
La prensa francesa se hizo eco de lo sucedido y la leyenda campera del " Cura ganadero " se hizo famosa en Francia antes de lidiar un solo pitón. El cartel lo formaron : José Luis Galloso, José Antonio Campuzano y Paco Alcalde.
Cuando la comisión de Alés volvieron a Valverde para embarcar la corrida después de haber transferido al cura el importe de la misma comprobaron que el ganadero era un hombre de palabra. La corrida era todo un espectáculo, con sus caras astifinas y su trapío imponente. Todos esperaban a que el camión arrancase. Sabedores de la picaresca taurina, estaban convencidos que algún comando de toreros esperaba poder asaltar al camión en cualquier momento. Para evitarlo tenían la firme intención de no despegarse del camión hasta llegar a Alés, 1.300 kilómetros.
Una vez los toros embarcados, mientras que el mayoral iba a por su maleta, el coche salió por delante para echar gasolina en Alba de Tormes. Depósito lleno, pasaron el Tormes en Salamanca y esperaron al camión. Pero el transportista, cogió a la derecha en Alba de Tormes para cruzar por Medina del Campo y ahorrarse así un puñado de kilómetros. Después de media hora de espera la comisión de Alés se convencieron de que los habían engañado y que estaban arreglando los toros. Volvieron a Valverde, comprobaron que el camión había salido poco después que ellos, y se lanzaron en su busca, de nuevo a Salamanca, en aquella época poca gente disponía de un móvil.
Llamaron a la Junquera para detener al camión hasta que ellos llegasen. Sin comer la comisión atravesaba España de un tirón y llegaron a la Junquera donde les esperaba el camión. Sin mediar palabra con el conductor se subieron encima de las jaulas, abrieron las trampillas y comprobaron que los pitones eran tan astifinos como al embarcarlos en Valverde, y siguieron al camión y tragaron el humo del camión y fueron recibidos en Alés con vitola de héroes.
El día de la corrida amaneció en Alés, con nubarrones cargados de tormenta. Se sorteó a mediodía y a la hora de comer empezó a llover y en tres horas cayeron sesenta litros, el ruedo era más bien una charca.
El papel vendido totalmente y el empresario por miedo que el seguro no le pagara el importe de la taquilla acondicionó el ruedo y con algo de retraso se celebró la corrida.
Los toros del cura no defraudaron. Bravos con mucho poder en los caballos de Bonijol que aquella tarde debutaba tuvieron casta y movilidad a más no poder. Fue de esas tardes que crean afición de la buena y se sigue hablando de ella. Campuzano cumbre, Galloso inmenso, Paco Alcalde pegó la espantada más grande de su carrera, venía de cortar orejas en San Isidro.
La leyenda urbana que precedía a los toros del cura de Valverde se hizo realidad y los empresarios neófitos de Alés consiguieron algo que ni los taurinos de vieja cuña más pícaros soñaron jamas : recaudar el 175% de la taquilla : 100% en concepto de seguro y 75% por los aficionados que acudieron a presenciar el festejo. Un milagro del que todavía se habla.
El milagro del cura es que un cuarto de siglo después de esa corrida sus toros siguen embistiendo. Se debe en gran parte al empeño que puso su actual propietario Jean-Luc Conturier en rescatar esta ganadería que, después del fallecimiento de don Cesáreo en 1994, desapareció poco a poco de los radares del sistema.
En 2012, compró las 80 vacas que quedaban, sus crías, dos sementales que se mataron nada más llegar a Francia y los machos de tres camadas.
De los cercados pelados de Valverde recuerda Jean-Luc, a la alfalfa de Haute Costa, el cambio de vida fue radical. Los sobrinos del cura que le habían vendido la ganadería le dijeron que había que tentar todo, pues ellos hacía años que no lo hacían.
Eliminó un 40% de las vacas del cura y se quedó solo con las muy bravas. Compró 12 machos a Salvador Domecq, los tentó y se quedó con cuatro que echo a las vacas de cura, acto seguido compró 30 vacas muy abiertas de linea y preñadas del Conde de la Corte para volver a la fuente del cura. Les sacó sementales y ahora lleva dos líneas con 19 sementales : las vacas del Conde con sus sementales y las de Valverde con sementales de Salvador Domecq o del Conde.
Desde el blog, le deseamos a Jean-Luc muchos éxitos con sus dos hierros el de Valverde y el de Concha y Sierra que adquirió anteriormente.





NAVIDAD 2019

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                             Desde Encina Hermosa y en estas entrañables Fiestas les deseo :

                             muchas Felicidades y lo mejor para 2020.

     

SAN MARTÍN

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A cuatro kilómetros de las Tiesas de Santa María, el dominio de los Albaserradas de Victorino, las vacas de San Martín viven es estado salvaje. En la Dehesa de Portezuelo, las flores de Jara abundan, y es difícil distinguir de lejos las claras manchas cárdenas escondidas entre sus flores blancas. Mientras las va buscando el ganadero en su coche cuenta : nada más comprarlo, tuve ofertas para venderlo todo.  Me mandaron un corredor que venía para hablar en nombre de otros. Le dijeron que la Quinta llevaba tiempo detrás de esto. Dije que me lo pensaría, para no decir que no, pero lo tenía pensado ya : ni que me hubieran ofrecido el doble lo iba a vender, Las vacas siguen sin aparecer. Tienen tanto terreno libre que están asalvajadas. A algunas las pierdo de vista hasta que no hay comida y tienen que bajar para buscarla donde les echamos. Cuando falta la comida del campo, más o menos según los años últimos de julio, agosto y septiembre, haces tú con ellas lo que quieras. Las apartas, las ves....  A ver si tenemos suerte hoy y se dejan ver.
Poco a poco, las vacas aparecen, mientras que el ganadero Alberto Manuel Hornos destapa : Chafik hizo mucha inseminación artificial : en México también, del famoso semental de Victorino
" Matador " entre otros.
La embestida de " Candencioso " en Madrid tuvo mucho que ver con el caminar del saltillo mexicano.... despacito, humillado...... Ésa es la incógnita que tienen los ganaderos de San Martín, puesto que en los libros sólo aparecen los sementales de carne y hueso que Chafik tenía en la
dehesa " La Gloria " en Azuaga ( Bádajoz ). Solo él sabía cuáles eran los animales nacidos de las pajuelas, pero se fue con su secreto. Mientras las vacas se van acercando, como cada día que viene a verlas. Albero Manuel espera que aparezca con ellas un semental joven que desapareció en la finca.
Para Alberto Manuel era el mejor, el más completo de los que tuvimos. Fue espectacular. Después del saneamiento, de las vacunas, en vez de echarlo en un corral con los otros, para que no se pegara, lo dejamos con las vacas. Venimos todos los días a repasar el ganado y al poco tiempo. ¿ y el toro donde está .....? Estará por ahí entre las jaras, y lo mismo se ha muerto por la reacción a las vacunas, un atracón de bellotas, pero lo cierto es que los días pasaban y el toro no aparecía. Tampoco vimos a los buitres que enseguida hacen acto de presencia en cuanto huelen la muerte de una animal.
Preguntamos a los vecinos y no vieron nada tampoco.... Es un misterio. Cada vez que vengo a ver a las vacas, es con la esperanza de verlo aparecer... Pero esa ilusión casi la hemos perdido. De no ser que nos lo robaran con un tiro con un rifle y lo durmieran,
En la finca La Zarzuela, cerca de Coria, un cercado inmenso acoge a los machos de tres camadas : los utreros que se dejan para toros, los erales y los añojos. Esa convivencia entre tres generaciones templa algo el carácter agresivo de los más grandes. En esta ganadería, ahora mismo, hay una variedad tremenda. Chafik compró un poquito de aquí un poquito de allí...... y luego añadieron lo de Herández Plá y lo de Pérez de la Concha..... lo poquito que quedaba. Será de las pocas ganaderías que estén tan abiertas y con tantas procedencias dentro de un mismo encaste. Puro, puro, ni de una cosa ni otra, porque lo hemos mezclado todo, no por encaste, claro, pero por hierro : a la vaca de Hernández Plá le echamos el toro de San Martín, a las de Pérez de la Concha también. Entonces no hay nada puro ni de Hernández Plá ni de Pérz de la Concha.

Y en San Martín hay varias líneas, pero de lo que más hay vía Paco Camino, que es lo mejor.
La aventura empezó con una novillada que Alberto Manuel compró para una de sus plazas a Ignacio Huelva.. Hubo, un novillo el nº 110 herrado con el hierro de Hernández Plá, que fue bravísimo para el caballo, y para el torero, extraordinario. Venía de una vaca de Hernández Plá y de un toro de San Martín. También le compré a Ignacio Huelva novillos de Pérez de la Concha, y todos me lo pintaban como que salía horrible. Eran una pintura de preciosos. Pero hice caso a los que me aconsejaban y los eche para las calles. Y a los pocos días, me llaman y me dicen : Oye, ha llegado un capa ahí y no veas la que le ha formado al novillo, no te puedes figurar lo bueno que salió.
Al poco tiempo Alberto Manuel se entero que Ignacio Huelva lo vendía todo, fue a hablar con él y en media mañana se pusieron de acuerdo. Me dio facilidades para pagárselo en dos años y nos quedamos con las ciento veinte vacas, algunas muy malas de salud, flacas, fatal....algunas se perdieron y los sementales que había, que eran como encinas de grandes, con una pezuñas muy grandes. Los fuimos quitando y , dentro de los que había, cogimos lo más bonito, los que estaban más en tipo. Algunos tenían una pizca de Moreno Silva, otros de Camino, de Hoyo de la Gitana, de Graciliano un poquito. A Ignacio le pedí que me diera las notas y los libros, y me contestó que sus notas no me iban a servir porque tenía una letra muy difícil de entender. Pero me las dio. La mayor información que tengo es de la Unión, donde está recopilado todo el pedigree de los animales, y eso me permite retornar hasta mucho antes que Chafik.
Puedo rastrear el origen de cada animal muy bien. Lo compramos en 2010 y sólo hemos acabado de aterrizar. A medida que vamos tentando, me voy enterando de lo que tenemos realmente. 
Cadencioso se lidió en Las Ventas un Domingo de Resurrección venía de sobrero en una corrida de Victorino Martín, caminaba a paso mexicano tras la muleta de Alberto Aguilar. Un toro algo alto al que no le sobraban fuerzas al principio, pero que empezó a embestir por abajo muy bien, gateando, como dicen ahora, y humillando mucho. Alberto Aguilar entendió que había que llevar con tacto esas embestidas dulces, y toreó muy despacio, antes de que un pinchazo, una voltereta y varios descabellos cambiaran la oreja por dos avisos. Candenciosos sobrero de San Martín de 552 kilos, serio, engatillado y astifino.
El añorado Pepe Chafik junto varios tesoros en San Martín.
Ruiz Miguel que le tentaba mucho a Ignacio Huelva siempre le pedía vacas de Pérez de la Concha sacó dos sementales muy buenos.
Alberto Manuel Hornos Valiente tomó la alternativa en Plasencia ( Cáceres ) con toros de Manuel Morilla, el que fue apoderado de Jesulín de Ubrique que actuó como testigo y Juan Mora como padrino.
Fue herido grave en la cabeza por su segundo toro.
El 7 de septiembre de 1991, toreó en Cáceres una novillada de promoción con erales de Mariano Cifuentes saliendo a hombros junto al ganadero y sus compañeros de terna. En el quinto Español de nombre, estuvo cumbre, fue una conjunción tan grande entre novillo y torero inexplicable.
Pero, Alberto continua con su relato : Todos nuestros toros tienen una mirada muy seria, de pocos amigos, pero luego en la plaza allí sacan su bondad. Algún utrero lucero, calcetero y bragado no pueden esconder su procedencia Herández Plá. Los pelos más claros suelen ser de Pérez de la Concha. Lo de Paco Camino sale más oscuro. Lo que tuvimos claro desde el principio es que teníamos la obligación de conservarlo todo y de seguir los pasos de Chafik. Podíamos haber dejado sólo la parte de Camino, que era la más segura de llevar. En San Martín se unifica todo.
Uno de los sementales que vino, tenía el hierro de Rehuelga, ya muy viejo. Era hijo de un toro de La Quinta, cuando estaba en manos de Buendía.
Y lo primero que echamos a las vacas fue un hijo de ese toro Pescador. Lo que menos me llegó en la compra fue la punta de Barcial que compró Chafik en su momento. Deseamos a Alberto Manuel toda clase de éxitos con su ganadería de San Martín.





JOSÉ y JUAN..... SU PASO POR EL TOREO

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Después de 111 años de la muerte de " Pepe Hillo " ( quedó plasmada en la lámina nº 39 de la Tauromaquia de Goya, en Madrid, por el toro " Barbudo " ), su paisano Joselito " El Gallo ", con una perspectiva más ecléctica del toreo que con su graciosa movilidad no podía ocultar su cuna sevillana, a partir de su alternativa en la Maestranza de Sevilla en 1912, se proclama rey indiscutible del toreo superando a todos en el concepto vigente de entender la lidia ; aquel que los problemas que presenta el toro para ser dominado y reducido encuentran siempre una respuesta lógica por parte del diestro Ricardo Torres " Bombita " la figura de esta primera década del siglo - Sumo Pontífice, según Don Modesto -, ante la fuerza arrolladora del joven torero, le deja el paso franco hacia el trono y sé corta la coleta.
Su nuevo competidor, el torerillo de Triana, con su esperada venida, hizo realidad el sueño - el deseo
"realizado sólo en sueños " - de Pedro Romero : ver la Tauromaquia convertida en un arte, en su propio arte..... Un arte, la primera simiente del cual no la plantó él, sino su abuelo, Francisco  Romero y Acevedo.
El torerillo - el mesías - , en apariencia el antitorero, menos conocedor del oficio y con una circunstancia negativa - la física - muy determinante, está dispuesto a tomar la alternativa supliendo estas desventajas pero con una gran fuerza interior. De ahí nació - o resucitó - un instrumento poderosísimo de mando el temple, que, basándose en la quietud rondeña, requiere una Tauromaquia más emocional, entregada que arrebata a las gentes : surge la magia....
Ambos, con su natural inteligencia, se influyen - como no podía ser de otra forma - mutuamente - José, percatándose de cuál será a partir de este momento el futuro del toreo, procura " belmontizarse " toreando más despacio y quieto. Una tarde, ya bajo el influjo del toreo de Belmonte, su hermano Rafael - del que " El Guerra " dijo que de caerse de un quinto piso, caería torero - viéndole torear, le reprime, apuntándole desde un burladero : lo mismo se pué hacé un poco má depacito, José....
En sus sueños Pedro Romero, le pregunta al torerillo : - Atiende, Juan.... ya sé que José sabía más de toros que tú......
- Si, de acuerdo : pero saber más no significa ganar la partida.
- Hombre, visto así....
- Además, no tenía tu temple....
- No era ése su consepto der toreo. Pero de no haber sido por la desgracia que tuvo.....
- ¿ Cuál era su concepto, Juan ?
- Pues.... ze mejó que todos los demás.
- Pero, ¿ tú crees que hubiera conseguido adquirir tu temple ?
- No le quepa duda maestro, que al final habría templao mejor que todos juntos.
- Entonces, aclárame.... ¿ te ganó José la partida muchas tardes ?
- Si, maestro, en muchas ; sobretodo en la úrtima, en Talavera.....
- Que suerte tuvo José, maestro...
-Hombre Juan, el pobre, la suerte que tuvo.....
- ¿ Le parece poca, maestro ? Murió como tiene que morir un torero, en la plaza.
Eso quedó bien patente en la corrida del 30 de septiembre de 1915, en la Maestranza, en la que José, se encerró con seis toros del Conde Santa Coloma. Y se produjo un hecho insólito le cortó al toro Cantinero la primera oreja que se concedía en Sevilla a un matador.
Le decía Belmonte a José :
- ¡ Menuda tarde, José.... !
- Pues si. Tengo un grato recuerdo de ella.
- ¿ Cómo no lo vas a tené ! Cortaste la primera oreja en la Maestranza.- Tú cortaste la segunda poco despué, Juan.....
- Sí, pero la buena, la que reompe moldes, es la primera, José.
En el transcurso de una cena en Córdoba, después de un festival en el que había triunfado José, el segundo gran califa, Rafael Guerra, " Guerrita ", se dirige al joven maestro y le dice :
- Has estao superió esta tarde, hijo. Te pareces a mí....
- Lo que no entiendo es cómo no has acabao todavía con ese pobre diablo de Triana. En diez minutos podrías hacerlo si quisieras.
A mí me hubieran bastao menos de cinco...
- Perdone usté, maestro, pero en eso anda equivocao. Es verdá que usté hubiera podió con él toas las tardes, como yo, menos cuando hase con er toro cosas que ninguno de los dos, ni el mismo " Lagartijo " hemos soñao en la vida. Y con un torero asín no se acaba tan fácilmente : mejó dicho : no se acaba.
Para " El Guerra " estas palabras de " Joselito"  fueron tremendas, pues no podía concebir que un pobre infeliz de Triana pudiera hacer cosas mejor que el gran " Lagartijo ", primer califa de Córdoba y maestro suyo, del que siempre que hablaba de él cuando no compitieron en los ruedos : Pa hablá de " Lagartijo ", primero hay que descubrirse.
En una ocasión le preguntaron a Juan :
- Juan, ¿ a quién ha visto usted torear mejor con el capote ?
-Hombre, con el capote han toreado varios bien : he toreado bien yo, Gitanillo de Triana y algún que otro más ; pero el mejor con mucho, ha sido José ; les hacía a los toros con el capote cosas que yo no he visto nunca ; al sexto lance de capa los dominaba y los dejaba hechos un trapo ; eso es torear.
Un día yendo hacia su casa un buen amigo de Juan, en Sevilla, se encontró a Juan con Rafael " El Gallo ".
- ¿ Qué hace aquí la pareja ?
- Hombre - contesta Juan -, estamos esperando un taxi para irnos al parque..... Hoy nos apetece hablar de toros. Si quieres venirte te invitamos, sé de un sitio donde ponen los huevos fritos con jamón que son los mejores de Sevilla.
Una vez instalados, el amigo le pregunta :
- Juan, cuénteme la faena a su famoso toro de Concha y Sierra, en Madrid, ¿ es verdad que ése es el toro que mejor ha toreado en su vida ?
Tal vez si.
- Yo llevaba unos días en que marchaba muy mal en Madrid, hasta el punto de que me quisieron romper una tarde el coche. La gente enfurecida conmigo, me gritaban : ¡ " Vete ! "
Aquella tarde José y Gaona se hincharon de hacer cosas. Yo, para colmo, estuve mal en mi primer toro. Pero salió el sexto de la viuda de Concha y Sierra, y armé un escándalo colosal.
Viendo que no continuaba, insistió :
- ¿ Y como lo toreó usted ?
- Mira..... Ya no me acuerdo. Se que le dí tal cantidad de pases que no veía más que al toro y me olvide por completo que había gente en la plaza.
Le decía Juan riendo a Rafael - recuerdo que cuando usted toreaba bien un toro me gustaba meterme con José ; y en la corrida de Concha y Sierra, en Valencia, me acerqué a José y le dije : " Ya estamos yéndonos de aquí, que sobramos los dos ". Y fíjese que amor propio no tendría y aun queriéndole tanto a usted, me echó en ese momento una mirada como para fulminarme.
Y recuerdo, ¿ a ver si se acuerda usted ?, que le quitaron los caballos a un coche de caballos y le paseó a usted la gente, tirando del coche por todo Valencia.
Rafael se sonreía.
Contaba Camará que iba éste muchas mañanas en Madrid a recoger a Joselito al Hotel Palace. Los dos subían, luego desde el hotel por la carrera de San Jerónimo, donde está el edificio de las Cortes Españolas, hasta el restaurante Lhardy y tomar algo
Una mañana yendo por una de las aceras sumidos en su charla, se les acercó un chaval y les dijo 
- Joselito, déme usted una peseta, que es usted el mejor torero del mundo.
A José le hizo gracia el desparpajo del chico y su halagadora petición : se sintió unos momentos muy orgulloso de ser reconocido hasta por un chiquillo, y le dijo :
- No, no ; toma un duro, pero vete a decírselo a aquel señor que va por allí, por la acera de enfrente, y le dices que el mejor torero que ha habido y el mejor que hay en el mundo es Joselito.
Y seguía relatando Camará :
Me quedé frío cuando busque con la vista al señor que se refería José, porque era  "Bombita ", que ya llevaba tres años retirado del toreo.
Y al preguntarle a Camará :
- ¿ Y lo oyó él ?
- Igual que yo lo cuento.





CIEN AÑOS DE LA TRAGEDIA DE TALAVERA

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El 16 de mayo de 2020 se cumplen 100 años de la muerte de Joselito  en Talavera de la Reina.
En una corrida de toros, lo que está previsto es que un hombre, con su inteligencia, supere un peligro, el instinto de una fiera . un toro bravo que encarna la muerte.
Todos estamos condenados a la muerte, de nuestra propia muerte, con la que hemos de convivir desde que nacemos hasta el incierto y último instante de nuestra vida.
De ahí, posiblemente,  el que algunos seres humanos les guste correr riesgos voluntarios y, como se suele decir, jugarse la vida en escaramuza con la muerte, y a otros, acudir a verlo para comprobar que es posible vencerla.
A las corridas asistimos plenamente convencidos de que tendrán un final feliz, a pesar de que el duelo del hombre con la muerte sea real, y haya sido preparado para que se produzca dentro del mayor equilibrio de fuerzas.
Todos tenemos vocación de inmortales y nos emocionamos cada vez que la muerte es burlada.
Cuando un torero le pierde el respeto a un toro con poder, se enciende la chispa de la inspiración que escamotea el riesgo, y todo se convierte en emoción estética, alegría, gracia, elegancia, sabiduría,.. Arte en suma.
Así se dijo entonces que la lidia antigua se fue con Joselito y vino una nueva con Belmonte, dos épocas que se suceden, separadas por la ruptura, la revolución del trianero que dio paso al toreo estático frente al toreo dinámico,
Para comprender el esfuerzo que debió suponer el cambio para los viejos aficionados, apegados a su tradición, hay que tener en cuenta que Juan, corto en facultades físicas, tuvo como antagonista a José, un auténtico atleta,, si matizamos que su preparación en las dehesas, montando a caballo, y disfrutaban viéndole perseguir al toro hasta que conseguía dominarlo, sobre todo cuando en las plazas corría hacia atrás para ganar distancia sin perderle la cara, o verle saltar la barrera al salir de un par de banderillas.
La cogida y muerte de Joselito abren un paréntesis en la historia del toreo. Centrada la afición en la competencia entre José y Juan es lógico que se inicie un periodo de desorientación. Los aficionados vuelven la vista a los toreros que quedan, y buscan uno que sea el contrapunto de la supremacía de Belmonte.
Joselito nació en Gelves (Sevilla) el 8 de mayo de 1895.
A su muerte, acababa de cumplir veinticinco años, hacia una semana. Hijo del gran torero Fernando Gómez, y hermano de Rafael " El Gallo " - al padre también se le conocía por el mismo apodo.
La primera vez que toreó, apenas contaría cuatro años de edad. Y por cierto resultó cogido, se levantó sonriente.
A los ocho años mató el primer becerro de una manera magistral, en una fiesta taurina que se celebraba en la finca del ganadero Anastasio Martín.
Vistió por primera vez el traje de luces el 19 de abril de 1908 en la plaza de Jerez de la Frontera.
La novillada fue un exitazo y de ella, por inspiración de " Panita " se formó aquella cuadrilla Limeño - Gallito que había de recorrer en triunfo casi todas las plazas de España.
En Madrid toreó por primera vez, como novillero el 13 de junio de 1912 y alternando con Limeño.
Aquel mismo año, el 28 de septiembre, le dio la alternativa su hermano Rafael, en Sevilla, con toros de Moreno Santamaría y Antonio Pazos de testigo. El toro de la cesión se llamaba " Caballero ". Y tres días después, el primero de octubre, se la confirmó el mismo Rafael en Madrid con toros de Veragua, en cuya corrida tomó también la alternativa Vázquez II de manos de Vicente Pastor.
Joselito, torero extraordinario desde sus principios, sintió el orgullo de su profesión; rindió a tal actividad un culto inigualable; pudo con todos los toros, cualesquiera que fueran sus condiciones, e igual ejercía su dominio con los bravos y poderosos que con los cobardes, con los primeros para reducir su pujanza y con los segundos para convertir su mansedumbre en aparente bravura. Si nadie le ganó en amor propio, nadie tampoco, pudo permanecer indiferente ante las proporciones asombrosas de su personalidad artística. Por la extensión y por la hondura de su Tauromaquia el torero-tipo a los Romero, Montes o Guerrita.
La persecución a Ricardo Torres " Bombita " fue implacable.
Joselito afrontaba en 1917 su quinta temporada completa como matador de toros en plena competencia con Juan Belmonte.
¿ Que le pasaba a Joselito ? El peso organizativo del toreo gravitaba sobre sus hombros pero la enfermedad de su madre, la bailaora Gabriel Ortega, terminó de sumirle en una honda postración que se acentuó con el fallecimiento de la matriarca de los Gallos en enero de 1919. 
En abril de 1917 en los salones altos del Ayuntamiento de Sevilla se había inagurado una exposición con el título de Primaveral, reunía a las primeras firmas del momento. Lo organizaba El Ateneo por la sección de Bellas Artes. En el extenso catálogo de más de cuarenta cuadros firmados por García Ramos o los expuestos por Gonzalo Bilbao. Entre tantas obras, había una, pintada por Miguel Angel del Pino y Sardá, que retrataba a las señoritas María Hermosa, Leonor y Guadalupe Pablo Romero.
Eran las hijas de don Felipe de Pablo - Romero y Llorente heredero del primer ganadero de este apellido. Pocos sabían - o no lo decían - que en aquella sociedad de la Sevilla de comienzos del siglo XX que Guadalupe era pretendida por Joselito. Pero aquel amor, correspondido por la joven, contaba con la firme oposición de la familia, don Felipe no podía consentir que uno de los suyos llegara a emparentar con un simple matador de toros, por famoso que fuera.
José asistió a la citada exposición y se hizo sacar una fotografía junto al retrato de las tres hermanas Pablo - Romero.
Resulta paradójico, cuando menos, que con la amistad que le unía a don Felipe de Pablo - Romero con José, aquello fuera infranqueable en aquella época. Joselito lo tenía todo menos a la mujer que amaba.
Al comenzar la temporada de 1920, el sentimiento de soledad de Joselito, es cada vez más notorio. La marqueda de Valparaiso le ayuda a instalar y decorar la nueva casa de la calle Santa Ana.
El 15 de mayo de 1920, fiesta del patron de Madrid, alterna con Belmonte y Sanchez Mejias. Los seis toros de Albaserrada son sustituidos por reses de doña Carmen de Federico, pequeñas. El público está de uñas.
Antes del paseillo les increpan enseñando sus entradas. José propuso a Juan dejar de venir a la plaza de Madrid durante algún tiempo. Les decían ¿ Fuera ! ¿ Que se vayan !
En la cena en su casa, José, apenas habló; la cena se prolongó. Pero a las seis de la mañana pidió a Petra, la sirvienta, una taza de manzanilla.
José, acepto el contrato de Talavera, para congraciarse con don Gregorio Corrochano, el influyente crítico del momento. Pero el toro " Bailaor " burriciego de la Viuda de Ortega, se cruzó en su camino aquel 16 de mayo de 1920.
A Joselito le perdonaron pocas cosas en vida. Pero tampoco lo iban a hacer en su muerte. La nobleza y la poderosa burguesía agraria de la época, de alguna manera, se vengaron de la osadía de José, ese torero gitano que había desafiado a la mismísima Maestranza alentando la construcción de la efímera Monumental de San Bernardo o pretendiendo casarse con una niña de clase. Aristócratas y labradores pusieron el grito en el cielo por la organización del funeral del diestro en la Catedral de Sevilla.
Muñoz y Pabón, el imprescindible canónigo de Hinojos, los puso en su sitio con otro de sus memorables artículos publicados en el Correo de Andalucia en el que no dejó títere con cabeza. Aquel artículo le valió el regalo de la famosa pluma de oro sufragada por cuestación popular que entregó a la Virgen de la Esperanza Macarena, la misma que Rodríguez Ojeda había cubierto de gasas negras a la muerte del torero de Gelves.
Guadalupe de Pablo - Romero sobrevivió 63 años a José. Falleció el 5 de abril de 1983 en su casa de Los Remedios y nunca dejó de llevar flores a la tumba de Joselito. Jamás se casó.





SE REPITE LA HISTORIA

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La pandemia de gripe, también conocida como gripe española, fue una pandemia causada por un brote del virus influenza A.

Recibió el nombre de gripe española porque la pandemia ocupó una mayor atención de la Prensa de España que en el resto de Europa, ya que España no estaba involucrada en la guerra mundial y por tanto no se censuró la información sobre la enfermedad. Aunque el origen se acepta que fue Estados Unidos     -  4 de marzo de 1918 - en uno de los campamentos militares en el transcurso de la primera guerra mundial.

Tras registrarse los primeros casos en Europa al parecer en Francia, la gripe pasó al Reino Unido, después a Italia, más adelante cruzó Alemania y por último a España, un país neutral que en la guerra no censuró la publicación de los informes.

En 1919, la enfermedad ya fue mucho menos virulenta por estar la mayoría de los organismos adaptados al virus. Finalmente en 1920 a.un se detecto un último repunte, pero no hubo más.

Varios autores mencionan entre 50 y 100 millones de victimas. Causó más muertes que la primera Guerra Mundial que estaba terminando cuando se desató la pandemia.

La medicina y la ciencia eran campos muchos más limitados para tratar la enfermedad, si la comparamos con la actualidad.

Los tratamientos también eran limitados. El primer antibiótico no fue descubierto hasta 1928, Y la primera vacuna para la gripe solo estuvo disponible en las años 40.

Pero ante todo, no había sistemas públicos de salud, incluso en los países desarrollados la salud era un lujo. La mayoría de las victimas fueron personas entre los los 20 y los 40 años y los hombres se vieron notablemente más afectados que las mujeres.

India vio fallecer a 17 millones de personas, Estados Unidos cerca de 550.000 personas. En España causó 300.000 muertos.

" En muchos países no quedaban hombres jovenes para llevar adelante el negocio familiar, dirigir las explotaciones agrícolas ".

" La falta de hombres elegibles llevó al llamado problema de las mujeres ".

La falta de trabajadores causada por la gripe y la guerra le dio a las mujeres el acceso al mercado laboral.

" Para 1920 las mujeres eran el 21% de todos los empleados.La disparidad en las estadísticas se convirtió en caso de estudio que concluyó que la distancia social era una estrategia eficaz para frenar la epidemia.

Un análisis de las intervenciones que se hicieron en varias ciudades durante 1918 mostró que aquellos municipios que habían prohibido reuniones masivas y habían cerrado teatros, escuelas e iglesias tenían menos número de muertos.

Las mascarillas eran presentes al igual que ocurre ahora.

También murieron entonces afectados por el virus muchos perros y gatos..

La temporada taurina en 1918 también fue atípica.

Se suspendieron las fiestas de fallas de Valencia y la Magdalena de Castellón, incluyendo sus respectivas fiestas taurinas. La feria de abril de Sevilla se celebró y Joselito actuó las cinco tardes de abono. Ausente Juan Belmonte que estaba en América. Su momento más cumbre lo protagonizó con un bravo toro de Concha y Sierra, lidiado el 21 de abril, Joselito a plaza llena. De ella escribió Gregorio Corrochano : "¡ Como se agiganta la figura del torero en los medios, aislado, lejos del rumor del tendido, solos mano a mano toro y torero ! ".

Tres páginas hubo de dedicar " La Lidia " a todo lo sucedido en la Maestranza ahora hace 100 años. En aquellos cinco carteles acompañaron a Joselito, en cuatro ocasiones Gaona, en tres Camará - que pocas semanas antes se había doctorado en Madrid - y en dos Diego Masquiarán " Fortuna ". Pese a que hubo días de lluvia, la plaza se llenó. Destacó don Ventura las corridas de Concha y Sierra y del marqués de Albaserrada.

Madrid celebró su ciclo isidril y el mismo comenzó el día del patrón con toros de Benjumea alternaron Gaona, Joselito y Sánchez Mejías.

Días y semanas después de terminado San Isidro, la capital se llenó de enfermos, el director general de Sanidad relacionó directamente el estallido de la pandemia con la afluencia de personas a la capital con motivo de sus fiestas.

En Córdoba se anunciaba la feria de Nuestra Señora de la Salud, que comenzaría el 25 de mayo, con Joselito, Belmonte y Camará, al final Belmonte se casó en Lima con Julia de Cossio, y permaneció en Perú, a Joselito contratado para las tres tardes sufrió un percance el 19 de mayo en Zaragoza, por tanto no pudo torear, tuvieron que contratar a Francisco Martín Vázquez, Saleri II. La feria arrancó con mal pié y artísticamente no fue lucida.

En Pamplona durante la epidemia, se produjeron 243 muertos, Apareció un primer brote en primavera, con solo 15 fallecidos, que desapareció al llegar el verano y los Sanfermines se celebraron, aunque la enfermedad reapareció en otoño y entonces se produjo la mayor mortalidad. Hay que tener en cuenta que la duración actual de los Sanfermines, del 6 al 14 de julio, es relativamente reciente, ya que data de los años sesenta, En 1918 normalmente había sólo cuatro corridas de toros.

Bilbao celebró sus corridas, los días 18, 19, 20, 21 y 25 de agosto, con las ganaderías de Miura, Carmen de Federico, Pablo Romero, Conde de Santa Coloma y Gamero Cívico, matadores Cocherito, Joselito, Belmonte, Saleri II, " Fortuna " y Camará.

En las Arenas de Barcelona también se dieron toros durante 2018, el 20 de junio se lidiaron 8 toros del Conde Santa Coloma, Gaona, Malla, Joselito y Saleri II.

Murcia celebró una corrida de toros el 8 de septiembre con toros de Vicente Martínez, de Colmenar Viejo, para Joselito, Saleri II y Fortuna.

Albacete en su feria de septiembre celebró tres corridas del 9 al 12, matadores Malla, Peribañez, Joselito, Saleri II, Fortuna, Camará, Varelito, Dominguín y Almanseño.

La misma decisión de suspender las corridas de Fallas de Valencia y Castellón hubo de tomarse en octubre de 1918, en Zaragoza, los contagios y las muertes aumentaban cada día. Las listas de victimas eran cada vez más largas. La vida transcurría con la población sumida en el pánico más absoluto y la lucha de las autoridades contra el enemigo de la virulencia atroz.

Cinco corridas tenía programadas Joselito y la despedida de su hermano Rafael, Belmonte en 1918 no pisó los ruedos. Al final Rafael volvió a torear en 1919, sin importarle que su madre le cortara la coleta en la plaza de Sevilla.

La Virgen del Pilar no pudo salir en procesión.

Hasta el rey Alfonso XIII se contagió.

En 1919 la enfermedad fue menos virulenta y la temporada de toros se normalizó.

Pero parece mentira que cien años después se repita la historia con tanta similitud.

Los aficionados deseamos que la pandemia se alivie en lo que queda de año y que en la temporada de 2021 podamos disfrutar nuestra incomparable Fiesta desde Las Fallas hasta El Pilar.








" EL DRAMA " DE LOS GANADEROS

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Los ganaderos de bravo se encuentran en una situación " límite "" dramática " , no lidian en plazas, no mandan toros a las calles, en la actual temporada apenas se ha lidiado el uno por ciento de las previsiones  que tenían al principio de temporada.                      
Los cinqueños en un alto porcentaje se han toreado a puerta cerrada y sacrificado después. Pero lo cierto es que se encuentran sumergidos en el mayor drama que se recuerda en muchos años. De una camada de cuatreños se estropean un 25%. De cinqueños se pelean todavía más.
Si de por sí, en circunstancias normales la ganadería de bravo no es rentable, que me dicen sin poder lidiar como ocurre en este 2020.
 Criar un toro cuesta 4500 euros y es lo que pagan cuando se lidia en el mejor de los casos. ¿ Se figuran el negocio ? Pero no todos los toros valen 4500 euros, se venden por 2500 euros y hasta por 1500 euros para la lidia
.El matadero no es el objetivo del ganadero, selecciona y se esfuerza para lidiar en las plazas y comprobar que su dedicación ha sido recompensada. En el matadero sólo encuentra el valor " económico " pero se estrella con lo esencial lo " sentimental ".
Pero cuando paga facturas, piensos, nóminas, seguros sociales, etc, etc, no le queda otro remedio que aceptar los 400 euros del matadero, que le perjudican por la pérdida que le supone, pero así, pone fin al gasto de dar de comer todos los días a ese animal. El valor del toro no es cárnico, es su bravura y al no lidiarlo supone aparte de las pérdidas económicas el no tener un termómetro actual de bravura de la ganadería.
El Covid 19 supone un " frenazo en seco " en la actividad del sector taurino en todo su conjunto, algo    "ruinoso y desolador "
A ganadero de bravo se llega por : herencia familiar o por afición.
 El ganadero, hombres y mujeres son personas de un gran conocimiento en el toro bravo, conoce a la perfección sus vivencias, su sensibilidad ; son personas que saben transmitir a los que le rodean esas enseñanzas que , muchas veces, por la simpleza con las que las relata parecen obvias, pero nada más lejos de la realidad.
 Para los ganaderos por afición tendríamos que enumerar tres requisitos previos y básicos : 
"Paciencia", en la ganadería de bravo los resultados se ven con tanta lentitud que de no tenerla, es difícil permanecer al frente de la misma varias décadas.
 "Afición ", toda la que se tenga es poca para hacer frente a las adversidades que se presentan en todo momento en la marcha de la ganadería, la afición tiene que estar por encima de todo para así remontarlo. 
"Humildad" ante los triunfos y ante los fracasos. 
El terremoto taurino desde que la burbuja inmobiliaria explotó en España, redujo a la mitad el campo laboral de los que lo componen. En vez de reestructurarse de forma colectiva, el sector taurino siguió en su inmovilismo, como si la única opción posible fuera esperar que la cosa mejorara por si sola. Últimamente el público desaparece de las plazas de toros, se cerraron plazas, desaparecieron ganaderías.
.La tauromaquia atraviesa una crisis estructural que le afecta a su economía y a su imagen a nivel mundial. Y esta crisis, prescindiendo del Covid 19, se agrava por el desencuentro con la sociedad, por el debate constante en torno a su legitimidad de la fiesta así como `por el alejamiento del público que siempre le fue fiel y que ahora se desentiende de ella.
El sector es incapaz de autorregularse, para defenderse del acoso animalista.Si no se pone en marcha una estrategia global de gran envergadura, el riesgo de prohibición política facilitado por la decadencia del sistema y si faltaba algo por el Covid 19, será real el todos los países del planeta taurino.- 
En 1928, la pasión del público por el " arte del toreo " nacido durante la Edad de Oro gracias a Joselito y Belmonte, permitió la adopción del peto para acabar con la matanza de los caballos que gran parte de la sociedad rechazaba. Eje del espectáculo durante un siglo, el primer tercio pasó a un segundo plano, lo que inició su lenta decadencia hasta convertirlo en un mero trámite.La repetición de estos ciclos de un siglo de duración hace temer que una cuarta fractura estructural amenace la fiesta a corto plazo. Esta cuarta fractura podría retrasarse hasta el año 2030, siempre que el sector sea capaz de resistir el contexto político actual ; pero podría adelantarse si éste no penetra en todas las clases sociales. Fuera de las plazas se manifiestan a favor de la abolición, dentro se aplaude al picador cuando no pica, se premia a la estocada letal aunque sea un bajonazo y la " indultitis " sigue avanzando a pasos agigantados para un número creciente de toros, lo merezcan o no.
A esta situación económica desastrosa se une la quiebra ideológica del sector que no ha sido capaz, durante los muchos años de bonanza, de elaborar su propio relato fundacional, y que sigue incapaz hoy en día frente a lo que el acoso animalísta le impone.
Si no somos capaces de enseñar a las nuevas generaciones la historia y los valores de las tauromaquias universales, es imposible que los mismos vean el espectáculo como los de mi generación los vemos lo amamos y lo sentimos.
El ganadero es un ser sufridor. Sufre desde que hierra un becerro hasta que lo lidia ; sufre en su día a día cuando las cosas le salen mal ; cuando se le muere un toro días antes de su embarque , más que por su valor económico, por la ilusión que tenía puesta en su lidia. Además en la ganadería lo malo, siempre le pasa a lo de mejor nota. Sufre con las enfermedades que a veces amenazan las ganaderías, con los saneamientos que le pueden quitar la carta verde y todo ocurre sin poder evitarlo. Pero, sobre todo, el ganadero sufre cuando ve lidiar sus toros. Es muy difícil que en esos momentos tan especiales se sienta satisfecho de su lidia. Entre la hora del apartado y la del comienzo del festejo lo pasa muy mal, si llevas años al frente de la ganadería y sobre todo si tienes mucha fe en sus toros quizás se alivie algo el sufrimiento.
En la temporada 2020, los ganaderos no han podido hacer sus cábalas. Me salen tantas corridas para plazas de primera ; tantas para el resto. Las corridas deben ir parejas, igualadas en tipo y esqueleto. En sus noches frente a la chimenea piensa en que plazas pueden lidiarse y los elije con gran ilusión. Pero además debe encuadrarlos según los sementales, y repasando las fichas de las madres y los padres dará muchas vueltas hasta encajar la corrida para él perfecta. Y al calor de la chimenea pasará los mejores momentos de la temporada hasta lograr totalmente sus objetivos.
Pero este 2020 el Covid 19 a quitado tanto a los ganaderos que hasta les dejó sin poder hacer sus cábalas que es lo más apasionante.
El ganadero es el peor tratado del toreo y en este difícil momento el más perjudicado. Sin toro la fiesta desaparecerá. Tan duro pero sin toro no hay nada.
Pero el campo bravo día a día tiene que seguir su camino, herraderos, saneamientos, tentaderos, mientras tanto ¿ quien se acuerda de los ganaderos ? Si el virus se prolonga cerraran muchas ganaderías al bravo, traerán mansos a sus dehesas que al fin y al cabo son menos costosos, más rentables, pero eso sí perderán el romanticismo, por lo que han luchado tantos años por sus ganaderías.
Criar toros es afición, amor y pasión por un animal único. Y la fiesta se perderá. Entonces se valorará la figura del ganadero.
    Pero será demasiado tarde.








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